Las agencias de la ONU han desmentido las acusaciones referentes al posible desvío de la ayuda humanitaria en Gaza hacia Hamás, una justificación utilizada por Israel para implementar su plan de control sobre la distribución de dicha asistencia. Margaret Harris, portavoz de la Organización Mundial de la Salud, aseguró que no se ha evidenciado ninguna desviación y que los suministros están llegando correctamente a los centros de salud pertinentes. Harris indicó que el principal obstáculo sigue siendo las restricciones que afectan la llegada efectiva de la ayuda.
En cuanto al reciente anuncio de Estados Unidos sobre la creación de una nueva fundación encargada de distribuir la asistencia humanitaria en Gaza, los representantes de las agencias de la ONU subrayaron que no participarán en ningún esquema que no respete los principios de neutralidad e independencia. Rolando Gómez, vocero de la ONU, recalcó que su postura se mantiene firme en adherirse a sus principios fundamentales.
James Elder, portavoz de UNICEF, advirtió que las medidas propuestas por Israel solo aumentarán el sufrimiento de los civiles. Destacó que es extremadamente peligroso para la población desplazarse hacia zonas militarizadas en busca de raciones, añadiendo que los más vulnerables, como ancianos y niños incapacitados, enfrentarán serias dificultades para acceder a la ayuda.
Un Comité Especial de la ONU advirtió que la situación actual podría compararse con otra Nakba, tras finalizar su misión en Jordania. Mencionaron el sufrimiento que el pueblo palestino soporta bajo la ocupación israelí, así como el incremento en la confiscación de tierras, que evidencia una sistematización de la tortura y otros abusos perpetrados por las fuerzas israelíes.
Este Comité también afirmó que Israel está utilizando el derecho a la alimentación como un arma, considerándolo inconcebible que un gobierno implemente políticas destinadas a privar de alimento a su población, especialmente cuando la ayuda está disponible a poca distancia. Hicieron un llamado a los países influyentes para que presionen a Israel y pongan fin a sus acciones ilegales.
Por otra parte, ACNUR ha comunicado enfrentar serias limitaciones en la asistencia a los nicaragüenses que buscan protección en Costa Rica, debido a una reducción del 41% en sus fondos. Esta situación ha llevado a la suspensión de numerosos servicios esenciales, complicando el acceso humanitario en comunidades remotas. Hasta marzo de 2025, Costa Rica había recibido más de 194,000 solicitantes de asilo nicaragüenses, y la capacidad para registrar nuevos solicitantes se ha visto drásticamente reducida.
En Colombia, un informe de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios reveló que el número de personas desplazadas por la violencia se ha cuadruplicado en el primer trimestre de 2025 en comparación con el mismo periodo del año anterior. La crisis del desplazamiento forzado y las limitaciones en el acceso a servicios básicos han tenido consecuencias devastadoras en regiones vulnerables, especialmente en la frontera con Venezuela y en el departamento del Chocó.