Gaza atraviesa un nuevo capítulo de terror y destrucción, luego de intensos ataques aéreos israelíes que han dejado más de un centenar de muertos y más de 200 heridos, según reportes de fuentes médicas palestinas. En solo un día, al menos 100 personas han perdido la vida, sumándose a un trágico balance de 138 muertos reportados el día anterior.
Los bombardeos han sido descritos como un «horror del Día del Juicio Final» por Ahmad Mohsen, un residente que se ha visto obligado a huir de la zona de Al-Amoudi, en el norte de Gaza. «Bombardeos incesantes desde aviones de guerra, tanques, barcos de la marina y helicópteros han arrasado a nuestro alrededor. No sabemos qué ocurrió tan de repente. Todo el mundo está huyendo, no queda nadie en la zona», relató mientras cargaba sus pertenencias.
La situación se complica aún más con un informe de UNICEF que documenta la muerte de al menos 45 niños en la Franja de Gaza en los últimos dos días. Maysara Thabe, otro testigo del conflicto, enfatiza la falta de humanidad que prevalece: “Nadie puede vivir en esas condiciones. Somos seres humanos antes que cualquier otra cosa”. Thabe critica la percepción de que los palestinos son meros «daños colaterales».
Mientras tanto, el acceso a la ayuda humanitaria sigue bloqueado. La ONU ha rechazado participar en cualquier plan que no respete los principios humanitarios, desmintiendo alegaciones de que Hamás estaría robando la asistencia destinada a las víctimas. La portavoz de la OMS, Margaret Harris, subrayó la necesidad urgente de asistencia en el sector de la salud.
En Cisjordania, la Oficina de Derechos Humanos ha instado a Israel a poner fin a las ejecuciones extrajudiciales y a otros abusos de fuerza. En las últimas semanas, se han reportado varias ejecuciones sumarias por parte de las fuerzas de seguridad israelíes, creando un clima de temor y violencia, agravado por recientes incidentes de agresiones a civiles palestinos.
A nivel global, la crisis alimentaria alcanza niveles alarmantes, con más de 295 millones de personas en 53 países enfrentando inseguridad alimentaria aguda, y 1,9 millones en condiciones de hambre catastrófica. La situación es crítica en diversas regiones, incluyendo América Latina y países en conflicto como Gaza, Malí, Sudán y Yemen.
El panorama se torna cada vez más desolador mientras la comunidad internacional observa con preocupación y, en ocasiones, con inacción ante una crisis humanitaria que continúa profundizándose.