En la vibrante Ciudad de México, una innovadora iniciativa está redefiniendo la accesibilidad al arte y los derechos humanos. Se trata del mural «Todos los derechos, todas las personas», ubicado en la Central de Abasto, obra de la artista veracruzana Eva Bracamontes. Este mural, que conmemora el 75 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, ha sido objeto de una interesante adaptación: una réplica accesible para personas con discapacidad visual.
El proyecto inclusivo ha sido liderado por el colectivo mexicano Cuéntame un Mural, un grupo de expertos en impresión 3D, diseño sonoro y texturización. Han diseñado una versión del mural que incorpora relieves y texturas, lo que permite a personas con discapacidad visual experimentar la obra a través del tacto y el sonido. La inauguración de esta réplica se celebró con un evento conmovedor donde Bruno Quevedo, un niño de 11 años ciego de nacimiento, interactuó emocionado con la obra. Para Bruno, y para muchos otros como él, la accesibilidad al arte es esencial para disfrutar y comprender plenamente sus mensajes.
Valtier Mejía, miembro del colectivo y también persona con discapacidad visual, describió la réplica como «una obra de arte sobre otra obra de arte». Su sueño es que los museos de todo el mundo incorporen réplicas inclusivas, permitiendo a más personas acceder al arte. La réplica accesible fue mostrada en la Cineteca Nacional México Coyoacán, con el propósito de sensibilizar a la audiencia sobre la importancia de un acceso inclusivo a la cultura.
La creación de Cuéntame un Mural fue inspirada por la experiencia personal de Valtier, quien, frustrado por no poder apreciar un mural que había impresionado a su amiga Cecilia González, inició esta misión de accesibilidad cultural. Juntos, han trabajado para romper barreras y crear una experiencia artística plena para las personas con discapacidad visual.
Eva Bracamontes, la artista del mural original, se mostró complacida al saber que su obra ha motivado esfuerzos para hacer el arte más accesible. Carmen Morales, directora del Centro de Información de Naciones Unidas, destacó que este proyecto es un ejemplo tangible de la aplicación de los principios de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Esta réplica inclusiva no solo promueve la accesibilidad cultural, sino que también se alinea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, incluyendo la educación inclusiva y la reducción de desigualdades. La ONU ha reforzado su compromiso con la inclusión de personas con discapacidad a través de su Estrategia para la Inclusión de la Discapacidad, evidenciando que un mundo accesible es un mundo para todos.