Cuidado con el Paquete: Empresas Buscan Ser el Proveedor Preferido de Tecnología para la Seguridad Pública

María MR

La creciente adquisición de tecnología de vigilancia por parte de departamentos de policía ha desencadenado una feroz competencia entre diversas empresas del sector. Un claro ejemplo es Axon, que ha integrado inteligencia artificial en su gama de productos. Su última innovación, Draft One, se conecta a cámaras corporales de la policía y utiliza IA para generar informes a partir del audio recolectado. Aunque su uso comienza como una prueba gratuita, Axon espera que esta herramienta se convierta en un elemento esencial para atraer nuevos clientes, a pesar de la creciente desconfianza respecto a la precisión de los informes generados.

En 2024, Axon también adquirió la compañía Fusus, que se dedica a reunir datos de múltiples fuentes, incluyendo sistemas de detección de disparos y cámaras de vigilancia, para crear lo que denomina «centros de crimen en tiempo real». Esta plataforma, que ya es utilizada por más de 250 agencias policiales, ofrece a las autoridades acceso a imágenes en vivo de cámaras tanto públicas como privadas, aunque su uso requiere de una suscripción adicional. Fusus está en proceso de desvinculación de algunos proveedores, buscando fortalecer su oferta.

Por su parte, Flock Safety, otra empresa destacada en el ámbito de la vigilancia, ha evolucionado de la simple lectura de matrículas a ofrecer una variedad completa de servicios. Desde su fundación en 2017, ha logrado implantarse en más de 5,000 jurisdicciones, desarrollando un sistema que combina detección de disparos, análisis de tráfico y una plataforma software para integrar todos estos datos en tiempo real.

Motorola Solutions, frecuentemente menos reconocida en el sector de la vigilancia, ha comenzado a jugar un papel vital al proporcionar un «ecosistema de tecnologías de seguridad». Sus productos abarcan desde radios hasta análisis de video con inteligencia artificial. La adquisición de Vigilant Solutions le permite acumular una vasta cantidad de datos sobre matrículas, optimizando su capacidad para ofrecer análisis avanzados a los cuerpos de policía.

SoundThinking, anteriormente conocida como ShotSpotter, ha ampliado su oferta más allá de la detección de disparos, incorporando sistemas de gestión de casos y detección de armas. Su plataforma SafetySmart promete integrar diversas bases de datos y aplicar análisis con inteligencia artificial, un elemento cada vez más crucial en su estrategia comercial.

A pesar de los elevados costos asociados con estas tecnologías de vigilancia, las empresas parecen dispuestas a mantener relaciones a largo plazo con los departamentos de policía, incluso en contextos de recortes presupuestarios. Un caso representativo es la policía de Baton Rouge, que continúa utilizando ShotSpotter sin costo alguno, intentando asegurar la obtención de financiamiento adicional, lo que resalta la creciente dependencia de la tecnología a pesar de las limitaciones económicas.

La industria de la vigilancia gubernamental experimenta un rápido crecimiento. Las empresas que suministran estas herramientas son conscientes de que cultivar la lealtad de los departamentos de policía resulta rentable. Por lo tanto, es crucial que el público evalúe detenidamente las adquisiciones tecnológicas de sus gobiernos locales, ya que lo que puede parecer un simple ítem en un presupuesto podría implicar un paquete de vigilancia que comprometa la privacidad y los derechos de los ciudadanos.