Dependencia de la UNRWA: La Batalla por la Supervivencia en Gaza

María MR

La UNRWA, mayor agencia de la ONU en los Territorios Palestinos Ocupados, ha reafirmado su compromiso de asistencia a la población de Gaza y Cisjordania, a pesar de la reciente prohibición de actividades impuesta por el Parlamento israelí. Esta restricción, que comenzó tras las acusaciones de involucramiento de algunos trabajadores de UNRWA en los ataques del 7 de octubre, busca cesar todas las operaciones de la agencia y prohibir cualquier contacto entre las autoridades israelíes y esta entidad.

Desde que se abrieron las carreteras de Salah ad Din y Al Rashid, más de 462.000 personas han cruzado de sur a norte en Gaza, buscando refugio y asistencia. Aunque la ONU y sus socios humanitarios continúan brindando ayuda a los desplazados, la situación en la región califica de crítica. Muchos ciudadanos regresan a sus hogares en ruinas, intentando reconstruir refugios improvisados con lo poco que queda de sus propiedades.

Juliette Touma, directora de comunicaciones de UNRWA, advirtió que cualquier interrupción en las labores de la agencia podría llevar a «consecuencias catastróficas» para los refugiados palestinos. Subrayó la urgente necesidad de servicios básicos como atención médica y educación, especialmente tras la devastación provocada por el conflicto. Actualmente, los centros de salud en Gaza siguen operando, pero enfrentan dificultades para atender a un número creciente de pacientes.

La situación sanitaria es alarmante, ya que solo 18 de los 36 hospitales de Gaza están en funcionamiento, mientras que entre 12.000 y 14.000 personas requieren atención especializada fuera de la región. En respuesta a esta urgencia, el Programa Mundial de Alimentos ha comenzado a ampliar sus puntos de distribución en el norte de Gaza, atendiendo a miles de personas desde la instauración del alto el fuego.

Además, el Alto Comisionado de UNRWA ha expresado su preocupación por las alegaciones de que las instalaciones de la agencia habrían sido usadas por Hamás para retener rehenes, insistiendo en que UNRWA no ha controlado sus instalaciones desde el 13 de octubre y haciendo un llamado a la comunidad internacional para que se realice una investigación independiente sobre estas acusaciones.

A medida que la crisis humanitaria se agrava, los esfuerzos de asistencia continúan siendo fundamentales en una región que enfrenta problemas inmensos. La comunidad internacional observa con atención la evolución del conflicto, consciente de que la falta de una solución a largo plazo perpetúa la dependencia de millones de palestinos de la ayuda humanitaria.