El pasado 30 de marzo, una misión conjunta de la Media Luna Roja Palestina (MLRP) y la Oficina de Coordinación Humanitaria de la ONU (OCHA) hizo un hallazgo trágico en Rafah, donde se encontraron los cuerpos de ocho paramédicos de la MLRP, seis trabajadores de defensa civil y un miembro del personal de la ONU. Estas víctimas fueron asesinadas por el ejército israelí mientras intentaban asistir a los heridos tras los bombardeos del 23 de marzo.
Durante una conferencia de prensa, Dylan Winder, junto al doctor Younes al-Khatib, presidente de la Media Luna Roja Palestina, confirmaron que uno de los paramédicos, identificado como Assad, sigue desaparecido. Al-Khatib exigió información sobre su paradero, señalando que fue visto por última vez mientras el equipo realizaba un operativo de ayuda en el barrio Tel Al-Sultan de Rafah. Este ataque ha sido calificado como el más letal contra trabajadores de la Cruz Roja y la Media Luna Roja a nivel mundial desde 2017.
La situación se volvió aún más alarmante tras la divulgación de un video grabado desde una de las ambulancias, en el que se aprecian tanques israelíes disparando a vehículos de emergencia claramente identificados. En la grabación, un socorrista expresa su desesperación, gritando que están siendo atacados, lo que pone de manifiesto las preocupaciones sobre la seguridad de los trabajadores humanitarios en la región.
Las últimas palabras de uno de los paramédicos, registradas en un audio hallado en su teléfono, revelan la angustia de quienes intentaban salvar vidas. “Mamá, perdóname. Solo quería ayudar a la gente, quería salvar vidas”, se escucha decir momentos antes de ser asesinado. El doctor al-Khatib anunció que se está preparando un informe forense que se hará público próximamente.
En respuesta a esta grave situación, la Media Luna Roja Palestina ha hecho un llamado a la comunidad internacional para que no se ignore a Gaza, instando a un alto el fuego inmediato, así como al acceso humanitario sin restricciones y al fin de la impunidad en los ataques contra trabajadores humanitarios. «No podemos dejar sola a Gaza. Este es un llamado a nuestra comunidad internacional”, declaró al-Khatib.
Mientras tanto, la crisis humanitaria en Gaza se agrava, con todos los cruces fronterizos cerrados desde hace más de un mes, lo que ha forzado a miles de familias a huir hacia el oeste de la Franja de Gaza. Stéphane Dujarric, portavoz de la ONU, advirtió que las nuevas órdenes de evacuación han expuesto aún más a los civiles a las hostilidades, privándolos de acceso a servicios básicos.
Las condiciones sanitarias en la región son preocupantes, con infestaciones de pulgas y ácaros en los campamentos de desplazados, generando problemas de salud. La falta de suministros médicos, bloqueados en los cruces fronterizos, ha impedido la provisión del tratamiento necesario. A su vez, la situación de seguridad se ha deteriorado, evidenciada por el aumento de saqueos y ataques a centros de distribución de alimentos.
En Cisjordania, las operaciones israelíes siguen causando el desplazamiento de decenas de miles de personas, especialmente en las ciudades de Yenín y Tulkarem. A pesar de los esfuerzos de los socios humanitarios por brindar asistencia urgente, la situación continúa empeorando, añadiendo más presión sobre una región ya vulnerable.