Decathlon ha presentado su nueva línea de bicicletas eléctricas, la E-ACTV 100, con el objetivo de transformar la movilidad en las grandes ciudades. Este modelo ha sido diseñado para aquellos que buscan desplazamientos eficientes, sostenibles y con estilo en entornos urbanos. La marca confía en que su propuesta inspirará un cambio similar al observado en ciudades europeas como Ámsterdam y Copenhague, donde el 35% de los residentes utiliza la bicicleta de forma diaria.
El lanzamiento de estas bicicletas eléctricas responde al creciente problema de la congestión del tráfico, que no solo genera frustración entre los conductores, sino que también representa una amenaza para el medio ambiente debido a la contaminación. Las E-Bikes de Decathlon emergen como una alternativa ideal para quienes desean evitar atascos, ya sea para ir al trabajo, hacer recados o explorar nuevas áreas de la ciudad. Con este lanzamiento, la compañía busca fomentar un estilo de vida que priorice la movilidad responsable y sostenible.
Entre las características que destacan la E-ACTV 100, se encuentran su atractivo diseño, calidad y un precio accesible. El modelo está diseñado para ser fácilmente reparable, respaldado por un equipo de expertos en Decathlon. Además, la introducción de la Decathlon Ride App permitirá a los usuarios acceder a datos en tiempo real sobre su rendimiento, estadísticas de cada ruta y actualizaciones, lo que enriquecerá la experiencia de cada trayecto.
Para maximizar la experiencia de sus bicicletas eléctricas, Decathlon ha recomendado dos rutas en Madrid y Barcelona. En Madrid, se sugiere un recorrido desde la Casa de Campo hasta el Palacio Real, permitiendo a los ciclistas disfrutar tanto de espacios naturales como del rico patrimonio histórico de la ciudad. En Barcelona, la recomendación es un trayecto que va desde el mar hasta la montaña, concluyendo en Sitges tras recorrer 40 kilómetros sin grandes esfuerzos.
Con la E-ACTV 100, Decathlon no solo ofrece un medio de transporte, sino que también invita a los ciudadanos a adoptar un estilo de vida más activo y saludable, promoviendo cambios positivos en la vida urbana y alentando a otras localidades de España a seguir el ejemplo de las ciudades europeas que han hecho del ciclismo una parte integral de su cultura.
