El próximo 7 de octubre se celebrará el Día de la Educación Financiera 2024, bajo el lema «Finanzas digitales: Aprende, Innova, Avanza». Esta conmemoración tiene como objetivo sensibilizar a la población sobre la necesidad de adquirir conocimiento en asuntos financieros, una área en la que, según un reciente estudio del Banco de España, la mayoría de los españoles presentan grandes dificultades. Afirmaciones como estas revelan que 8 de cada 10 personas en el país tienen problemas para entender conceptos fundamentales como la inflación o las diferencias entre el TIN (Tasa de Interés Nominal) y la TAE (Tasa Anual Equivalente).
En respuesta a esta situación, la entidad financiera Oney se ha destacado por su esfuerzo en mejorar la comprensión financiera. Especializada en soluciones de pago y servicios financieros, la compañía ha desarrollado un glosario que incluye las definiciones de términos clave que considera esenciales para el manejo efectivo de las finanzas personales. Conceptos como el interés compuesto, la inflación y la diversificación forman parte de este glosario, con el objetivo de equipar a los consumidores con herramientas útiles para tomar decisiones económicas fundamentadas.
Salvador Loscertales, director general de Oney España, subrayó el compromiso de la empresa con la educación financiera, afirmando: «En Oney estamos comprometidos a seguir promoviendo la educación financiera entre nuestros clientes y la sociedad en general, brindando herramientas y conocimientos que les permitan tomar decisiones más responsables. Creemos que un cliente informado es un cliente empoderado».
Con esta iniciativa, Oney se propone cerrar la brecha de conocimiento financiero que afecta a una parte considerable de la población. El acceso a información clara y comprensible es crucial para edificar un futuro económico más seguro y próspero. Desde la entidad, se enfatiza la importancia de que los consumidores dispongan de las capacidades necesarias para gestionar adecuadamente sus recursos, aprovechando las oportunidades del mercado y minimizando los riesgos innecesarios. La educación financiera no solo favorece la estabilidad económica personal, sino que también contribuye a una economía más robusta y resiliente en su conjunto.