LHH Executive Search, la firma del grupo Adecco especializada en la selección, consultoría y evaluación de directivos y ejecutivos, ha revelado los resultados de la segunda entrega de su «V Barómetro sobre Liderazgo Directivo en España». Este estudio, construido a partir de las respuestas de más de 500 directivos y gerentes, ofrece una perspectiva detallada de las tendencias en liderazgo que se anticipan para 2024 y el inicio de 2025.
Uno de los datos más destacados de este informe es que cerca del 60,77% de los líderes empresariales en España planea hacer ajustes en sus estrategias de talento durante este año. En concreto, el 29,23% tiene previsto ampliar su plantilla en los últimos meses de 2024, lo que representa un aumento de seis puntos porcentuales respecto al año anterior. Sin embargo, el informe también revela que un 15,38% de las empresas está considerando reducir las horas laborales, y un 14,42% contempla la posibilidad de disminuir su personal.
En relación con los despidos, el 47,31% de los directivos asegura que no cuentan con planes de llevarlos a cabo, aunque un 33,46% manifiesta que esta decisión dependerá de cómo evolucione la situación económica. Las principales causas para la reducción de personal incluyen la caída en las ventas, la inflación y el incremento de costes.
El estudio también pone de manifiesto las dificultades que enfrentan los directivos para la captación de talento, con un 58,65% afirmando que resulta complicado incorporar nuevos trabajadores. Este desafío es especialmente pronunciado en las grandes empresas y en el sector del transporte. Los perfiles técnicos son los más buscados, particularmente en las áreas de tecnología, producción y digitalización.
Por otro lado, el Barómetro revela que el 63,27% de los directivos espera que su facturación crezca hacia finales de 2024. En cuanto a los salarios, el 55% anticipa incrementos, aunque un significativo 22,88% señala que no habrá ajustes en las remuneraciones.
Los líderes empresariales han expresado sus demandas a las instituciones públicas, abogando por un marco de estabilidad política y regulatoria, una reducción de impuestos y cargas fiscales, y un apoyo decidido a la digitalización de las empresas para continuar promoviendo la riqueza y el empleo en España.
Finalmente, entre las prioridades estratégicas hasta fin de año destacan la mejora de la productividad y el rendimiento de los trabajadores, seguido por la transformación digital. La rotación de empleados no es vista como una prioridad clave y, en general, los líderes empresariales están más preocupados por el entorno económico que por el impacto de nuevas tecnologías como la inteligencia artificial.
