Dxc Technology Identifica Cinco Tendencias en Ciberseguridad Que Marcarán el Futuro Desde 2025

Belén Garmendiaz

Octubre es conocido como el Mes de la Concienciación sobre la Ciberseguridad, un período clave en el que tanto entidades públicas como privadas revisan sus estrategias de protección digital para anticiparse a los desafíos crecientes en el ámbito de la ciberseguridad. En este contexto, se han identificado cinco tendencias emergentes que redefinen las estrategias de protección contra amenazas digitales.

La Inteligencia Artificial (IA) se ha convertido en una herramienta crucial en la lucha contra la ciberdelincuencia. Esta tecnología tiene la capacidad de analizar grandes volúmenes de datos, permitiendo identificar patrones y detectar ataques de manera mucho más eficiente. La IA no solo automatiza tareas repetitivas, liberando recursos humanos para enfocarse en aspectos críticos, sino que también representa un desafío, pues los ciberdelincuentes la emplean para sofisticar sus ataques, usando técnicas como deepfakes y avanzadas tácticas de ingeniería social que complican su identificación.

Con la creciente integración de dispositivos móviles y aplicaciones en la vida cotidiana, el ciberespacio está más presente que nunca, aumentando la exposición a posibles ciberataques. Además, la generalización del trabajo remoto ha transformado la arquitectura de seguridad tradicional, dejando a muchos empleados sin las protecciones adecuadas que existían en un entorno de oficina.

Las infraestructuras críticas, incluyendo instalaciones como centrales eléctricas y plantas de tratamiento de agua, también están siendo cada vez más atacadas. Estos sistemas operativos son un objetivo atractivo para los delincuentes que buscan explotar vulnerabilidades para causar interrupciones significativas.

A nivel global, situaciones de crisis son aprovechadas por los ciberdelincuentes para realizar ataques que persiguen objetivos financieros, políticos o estratégicos, afectando a menudo la cadena de suministro y planteando nuevos desafíos para aquellas organizaciones que dependen de sistemas interconectados.

Por último, la IA es vista como un elemento vital para afrontar la escasez de profesionales cualificados en el campo de la ciberseguridad. Las organizaciones deben adoptar nuevas estrategias formativas y utilizar la IA para respaldar a sus equipos. Aunque no busca reemplazar la experiencia humana, sí pretende complementarla, permitiendo a los profesionales concentrarse en tareas más estratégicas y de mayor valor, en un entorno cada vez más complejo en cuanto a amenazas.