El Colegio Juan Pablo II de Parla ha lanzado una innovadora iniciativa denominada Comedor Tutorizado, destinada a los estudiantes de Primaria. Este proyecto busca transformar la hora de la comida en una experiencia educativa que permite a los alumnos aprender buenos modales y fortalecer sus relaciones con los tutores en un ambiente relajado y amigable.
Esta propuesta se lleva a cabo en un espacio específico del comedor, donde cada tutor comparte la mesa con su grupo de alumnos. A través de este formato, los estudiantes aprenden aspectos esenciales como la postura al sentarse y el uso correcto de los cubiertos, además de la importancia de disfrutar la comida sin prisa y mantener conversaciones respetuosas. Según explican los responsables del colegio, el propósito es fomentar una conexión personal que va más allá del simple seguimiento de las normas de etiqueta.
La educación en la mesa se considera fundamental, ya que un entorno organizado y la compañía durante las comidas repercuten positivamente en el desarrollo de habilidades esenciales en los niños. Investigaciones de la American Academy of Pediatrics han demostrado que los niños que hacen sus comidas en un ambiente estructurado no solo adoptan mejores hábitos alimenticios, sino que también desarrollan competencias sociales y emocionales clave, tales como la empatía y la paciencia. Por su parte, estudios de la Harvard Graduate School of Education sugieren que las comidas compartidas pueden incrementar la autoestima y mejorar el rendimiento académico de los estudiantes.
La decisión de implementar el Comedor Tutorizado durante la etapa de Primaria se fundamenta en el proceso evolutivo de los alumnos. A esta edad, los niños son más receptivos a interiorizar rutinas y desarrollar autonomía. Enseñarles sobre convivencia y respeto en este contexto no solo mejora la dinámica durante las comidas, sino que también los prepara para enfrentar futuras situaciones sociales con mayor seguridad.
David Del Castillo, Coordinador del primer ciclo de primaria del colegio, afirma que “la educación no solo se da en el aula. En la mesa, los niños aprenden a compartir, a escuchar y a valorar el momento presente. Es una escuela de vida”. Esta filosofía busca un aprendizaje integral que trascienda lo puramente académico.
El impacto del Comedor Tutorizado también se refleja en el ámbito académico. La conexión establecida entre tutores y alumnos durante las comidas refuerza la confianza y mejora la comunicación diaria en las aulas. Los estudiantes se sienten más valorados y comprendidos, lo que se traduce en una actitud más positiva hacia el aprendizaje y la convivencia escolar.
Finalmente, esta práctica promueve la alimentación consciente, ayudando a los estudiantes a evitar comer de manera apresurada y a tomar decisiones más saludables sobre lo que consumen. Los tutores aprovechan estas oportunidades para abordar la importancia de una dieta equilibrada, enseñando a los niños a valorar lo que comen y disfrutar del momento sin distracciones.
En un contexto educativo que cada vez otorga mayor importancia a la formación integral, el Comedor Tutorizado se establece como un pilar esencial para el desarrollo de habilidades que beneficiarán a los alumnos tanto en su vida escolar como en su entorno familiar y social. Con esta iniciativa, el Colegio Juan Pablo II reafirma su compromiso con una educación integral, donde cada detalle, incluida la hora de la comida, se transforma en una valiosa oportunidad de aprendizaje y crecimiento personal.
