Este sábado pasado, el Mercado Municipal de Productores Villa de Vallecas abrió sus puertas en Madrid por segunda vez, convirtiéndose en un evento cada vez más popular a pesar de las inclemencias meteorológicas. Manteniendo la tradición desde su primera edición en septiembre, este mercado se celebra el segundo sábado de cada mes y ha experimentado un notable crecimiento. Lo que comenzó con 18 puestos, ahora cuenta con 29, con la aspiración de llegar a 36 en la próxima cita prevista para el 9 de noviembre.
El mercado ofrece una amplia variedad de productos agroalimentarios. Los visitantes pueden encontrar desde frutas y verduras frescas hasta productos de panadería y bollería artesanales. Asimismo, dispone de quesos, carnes locales, aceites, lácteos, huevos y embutidos. La iniciativa busca no solo enriquecer la oferta alimentaria del barrio, sino también fomentar un estilo de vida sostenible, destacando la importancia de la producción ecológica y el consumo de proximidad. Esto no solo apoya a los productores locales, sino que además ayuda a reducir la huella de carbono al limitar el transporte de alimentos.
Este proyecto es respaldado por la Federación de Cooperativas y Economía Social de Madrid (FECOMA) y la Unión de Cooperativas Agrarias de Madrid. Ambas organizaciones se han embarcado en la misión de ayudar a los pequeños productores a competir contra las grandes superficies comerciales. Vidal García, director general de FECOMA, explica que estas iniciativas son esenciales para establecer una conexión directa entre aquellos que producen y quienes consumen, promoviendo así la economía local y social. Según García, muchos consumidores prefieren el modo tradicional de compra, que les permite interactuar con los productores y conocer mejor los detalles de los productos que están adquiriendo.
Además, representantes del Ayuntamiento de Madrid, como Oscar Romera, coordinador general de Economía, Comercio y Consumo, destacan la relevancia de estos mercados como espacios que acercan al productor con el consumidor. Estos eventos permiten ofrecer productos recién cosechados y de buena calidad, contribuyendo así a la educación sobre la Economía Social.
En el ámbito de los productores, figuras como Juani S. Nogales, quien ofrece diversas mieles de sus colmenas en Colmenar Viejo y Soto del Real, resalta el valor del contacto directo con los compradores. Montse Díaz, de Aceites Pósito, enfatiza la importancia de la continuidad de estos mercados para fidelizar a los clientes y promover la producción local, informando a los consumidores sobre el cultivo de olivos en la región. Carlos Serrano, director de UCAM, añade que estos mercados elevan la visibilidad de la producción agrícola y ganadera de Madrid, a menudo desconocida, y que además devuelven los beneficios económicos directamente a las cooperativas y sociedades laborales.
Este formato de mercado no se limita a Villa de Vallecas, extendiéndose también a otros barrios madrileños como Planetario y Valdebebas, los cuales acogen el evento el primer y cuarto domingo de cada mes, respectivamente. Así se crea una red que fortalece la conexión entre el campo y la ciudad, promoviendo un modelo de consumo más responsable y equitativo.