La revista Forbes ha incluido a la ingeniera informática Àtia Cortés en su lista de los «40 mejores futuristas de España» por su liderazgo en la investigación de los aspectos éticos, legales, socioeconómicos y culturales de la inteligencia artificial (IA). Cortés, nacida en Barcelona en 1985 y doctorada en IA por la Universidad Politécnica de Cataluña, trabaja actualmente en el Departamento de Ciencias de la Vida del Barcelona Supercomputing Center-Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS).
El trabajo de Cortés se centra en el impacto ético y social de la IA, una tecnología que ya está presente en muchas aplicaciones cotidianas. Según explica, la IA tiene un impacto directo en las personas y plantea importantes retos éticos. Por ejemplo, el uso de grandes cantidades de datos para alimentar sistemas de decisiones automáticas presenta desafíos tecnológicos, como asegurar la validez de los datos, y medioambientales, debido al coste energético y el impacto en el entorno.
En el BSC-CNS, Cortés trabaja en diversos proyectos europeos relacionados con los aspectos éticos, legales, socioeconómicos y culturales (ELSEC) de la IA. Su labor incluye la creación de buenas prácticas para guiar a las empresas desarrolladoras de tecnología hacia un uso responsable de la IA. Uno de los proyectos en los que está inmersa es la creación de una plataforma para un consorcio europeo que establecerá estándares éticos para los sistemas de coches autónomos.
Uno de los temas candentes en la investigación de Cortés es la cuestión de los sesgos en la IA. La ingeniera explica que los sesgos se deben a que la IA aprende de los datos que se le proporcionan. Si estos datos están sesgados, los resultados también lo estarán. Así, es fundamental que los desarrolladores verifiquen la validez y la justicia de los datos utilizados para entrenar a los algoritmos.
Cortés pone como ejemplos de sesgos conocidos el sistema COMPAS en Estados Unidos, que mostró discriminación racial en la evaluación de riesgo de reincidencia delictiva, y una aplicación de Amazon que penalizaba a las mujeres en procesos de selección de personal debido a sesgos en los datos de entrenamiento.
En julio, el grupo de investigación de Cortés presentó un informe al Parlamento Europeo sobre la presencia de sesgos en la IA, recomendando posibles modificaciones en el Reglamento General de Protección de Datos y otras legislaciones para abordar estos problemas desde una perspectiva ética.
Como miembro reciente del Comité de Bioética de España, Cortés también aporta su conocimiento en IA y ciencia de datos al ámbito de la salud. De cara al futuro, reitera la importancia de la educación y la concienciación sobre la IA y sus implicaciones éticas. Para ella, la transparencia y la información son claves para confiar en los sistemas basados en inteligencia artificial.
A pesar de los desafíos, Àtia Cortés se muestra optimista sobre la posibilidad de que la IA y la ética puedan ir de la mano, resaltando la importancia de educar a todos los colectivos implicados en el desarrollo y uso de esta tecnología, desde los desarrolladores hasta la sociedad en general.