La Semana Santa de 2025 ha marcado un hito en la demanda de turismo rural en España, alcanzando niveles históricos de ocupación. Según datos de la plataforma digital especializada en viviendas turísticas, a principios de abril se registró una ocupación media cercana al 80% en alojamientos rurales en todo el país. Esta cifra refleja el crecimiento sostenido del sector en fechas clave del calendario turístico.
Con apenas ocho días de antelación al inicio del periodo vacacional, un significativo 80% de las plazas en casas rurales ya estaban reservadas. Este dato pone de manifiesto el atractivo que ha adquirido el turismo rural, a pesar de las previsiones meteorológicas desfavorables que anticipaban la llegada de la borrasca Olivier, con lluvias esperadas durante la primera fase del puente.
Las zonas rurales cercanas a las grandes capitales y las islas fueron especialmente populares. Regiones como Castilla y León estiman un impacto económico de alrededor de 90 millones de euros. Pedro Carreño, presidente de la Asociación Española de Turismo Rural (ASETUR), destacó que en algunas áreas la ocupación ha alcanzado «prácticamente el 100%», evidenciando una demanda considerable en lugares como Baleares y Canarias.
Este aumento en las reservas se atribuye a la creciente preferencia de muchos turistas por escapar del ritmo acelerado de las grandes ciudades. Representantes del sector han observado un cambio en los hábitos de ocio, que ahora están más vinculados con entornos naturales y costumbres locales, en busca de experiencias más tranquilas.
Además, se ha identificado un patrón de comportamiento que muestra que los usuarios priorizan destinos que combinan tranquilidad, paisajes atractivos y fácil acceso desde núcleos urbanos. Esta tendencia ha sido impulsada por la digitalización del sector, que permite consultar en tiempo real la disponibilidad de alojamientos rurales en cientos de localidades.
A pesar de las altas tasas de ocupación registradas a principios de mes, la evolución de las reservas continuó siendo dinámica en los días previos a Semana Santa. Las condiciones meteorológicas y la disponibilidad de estancias familiares influyeron en las decisiones de los turistas. La flexibilidad de los propietarios y la capacidad tecnológica para gestionar calendarios en línea han sido fundamentales para atender la creciente demanda de última hora.