Si hay un elemento decorativo capaz de añadir un extra de calidez a un espacio determinado es, sin duda, una buena alfombra. Y si esto ocurre en cualquier habitación de la casa, también pasa en el dormitorio. Hoy vamos a darte algunas pautas para que puedas elegir la alfombra para el dormitorio sin equivocarte.
Una de las mejores sensaciones que hay es despertarse por las mañanas, poner los pies descalzos en el suelo y pisar sobre un suelo suave y mullido. De ahí que resulte tan buena idea elegir una alfombra para el dormitorio.
Si las alfombras aportan calidez a cualquier espacio, en el dormitorio esta sensación adquiere más relevancia, por ser un ambiente íntimo y acogedor. Las alfombras, además, decoran por sí mismas, aíslan el suelo del ruido y lo protegen. También resultan aislantes tanto del frío como del calor, por lo que pueden usarse durante todo el año.
La mejor alfombra para el dormitorio
Hay muchos factores a tener en cuenta a la hora de escoger la mejor alfombra para nuestro dormitorio. Uno de los primeros que nos asaltan es el estilo de la misma, su diseño y apariencia. Lo primero que buscaremos será una alfombra que nos guste, que nos parezca bonita y especial.
Ya sea lisa o estampada, conviene optar por una paleta de colores que armonice con el resto de tonalidades utilizadas en la decoración de la habitación. Fíjate en las paredes, en la ropa de cama y en las cortinas, y también en los muebles. Una buena idea es elegir alfombras de colores neutros, que siempre funcionan en casi todos los ambientes, estén decorados con el color que sea.
También es importante elegir de manera razonada el material. Puedes decidirte por materiales naturales (lana, algodón o piel), de gran belleza. Aunque si quieres una alternativa resistente y de fácil mantenimiento, las alfombras de fibras sintéticas son la opción perfecta.
Las alfombras sintéticas ofrecen gran durabilidad y se limpian fácilmente. Y no solo eso, sino que este tipo de fibras actuales han evolucionado mucho con respecto al pasado. Hoy hacen gala de un tacto y una apariencia espectaculares, muy similar a los de las fibras naturales. Su colorido y su textura son muy especiales.
Elige un modelo de pelo largo, muy mullido y acogedor, o una alfombra para el dormitorio de pelo corto, más fácil de limpiar.
Decide el tamaño adecuado
A la hora de elegir el tamaño de tu alfombra para el dormitorio tienes distintas opciones. Lo importante en este caso es tener en cuenta las dimensiones de la habitación, así como la medida de la cama.
Una idea, si tu dormitorio es amplio y espacioso, es optar por una gran alfombra al más puro estilo moqueta. Cubren todo el espacio de la cama y las mesillas. Para saber el ancho tienes que sumar al ancho de la cama, la medida de las dos mesillas de noche y unos 10 cm más por cada lado. En cuanto al largo, llegan un palmo más allá de los pies de la cama.
Otra opción es que la alfombra comience desde la mitad de la cama y llegue hasta bien superado los pies de la misma. La clave está en dejar fuera las mesillas de noche. Es una buena alternativa para dormitorios grandes y alargados.
También puedes poner la alfombra para el dormitorio justo delante de la cama, para cubrir la zona de paso del dormitorio. En este caso, pierdes la sensación de pisar en ella nada más levantarte, pero resulta muy decorativo. Eso sí, como la pisarás mucho, mejor elige un color que no sea demasiado claro (para que no se ensucie enseguida).
A los dos lados de la cama
Dos alfombras estrechas y alargadas a ambos lados de la cama son la alternativa más frecuente en lo que a las alfombras para el dormitorio se refiere. La medida estándar para estas alfombras es de 60 x 90 cm, más o menos.
Tienes muchísimos diseños y modelos para elegir, desde las que imitan piel de oveja, hasta las más recargadas al estilo de los kilims marroquíes. Si tu estilo es más sencillo y nórdico, escoge un modelo liso, grueso y confortable.
También puedes añadir una tercera alfombra a los pies de la cama. El resultado, además de cómodo, será de lo más decorativo.
Ideas originales que triunfan
Hasta ahora te hemos contado las formas más habituales de decorar tu dormitorio con alfombras. Sin embargo, hay otras cosas por las que puedes decidirte y que son mucho más originales. Como superponer varias alfombras distintas, una idea que es tendencia.
O combinar modelos muy diferentes: lisas, estampadas, con diseño de pieles de animales… Lo importante es que te gusten y que creen un efecto acogedor.
¿Y tú? ¿Tienes una o varias en tu habitación? ¿Cuál es la alfombra para el dormitorio que prefieres?