Un devastador terremoto de magnitud 7,7 ha sacudido el centro de Myanmar, causando la muerte y desaparición de cientos de personas. El epicentro del sismo se localizó cerca de la ciudad de Mandalay, donde se han reportado daños significativos y emergencias humanitarias. Tom Fletcher, Coordinador del Socorro de Emergencia de la ONU, destacó que los equipos de la organización están respondiendo rápidamente, apoyados por una red global que moviliza el Fondo Central de Socorro de Emergencia.
Desde Mandalay, las primeras informaciones indican que la tragedia ha cobrado cientos de vidas, con más de 80 trabajadores de la construcción en la vecina Tailandia reportados como desaparecidos. Esta situación ha llevado al gobierno tailandés a activar operaciones de búsqueda y rescate en la zona. La ONU ha confirmado que ha habido «daños significativos» en otras regiones afectadas, incluyendo Nay Pyi Taw, Bago, Magway y Sagaing, y actualmente está recopilando datos sobre las necesidades humanitarias más urgentes.
Marie Manrique, coordinadora de Programas de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja en Myanmar, indicó que el terremoto se sintió también en partes de China e India. Además de los daños en infraestructuras, hay serias preocupaciones sobre posibles roturas de presas, y la electricidad y las comunicaciones se han visto interrumpidas en varias áreas del país.
La Cruz Roja de Myanmar ha lanzado una operación de emergencia destinada a atender a los afectados y evaluar la situación actual. Myanmar ya enfrenta una crisis humanitaria creciente debido a una guerra civil que se ha intensificado desde un golpe militar en 2021, lo que deja al país en una situación delicada. Se estima que alrededor de 20 millones de personas, aproximadamente un tercio de la población, necesitarán ayuda humanitaria este año, con 15 millones enfrentando grave inseguridad alimentaria para 2025. Además, más de 3,5 millones de personas han sido desplazadas internamente, lo que complica la respuesta a esta nueva catástrofe.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha informado que las operaciones de socorro están en marcha en coordinación con las autoridades locales en Myanmar y Tailandia, mientras se activan recursos logísticos para proporcionar suministros médicos esenciales. La ONG ACNUR advierte que las regiones central y noroccidental de Myanmar, que ya lidian con un alto número de desplazados internos, verán agravadas sus condiciones debido a esta nueva calamidad.
La situación se encuentra en desarrollo, y las evaluaciones de los daños y necesidades urgentes continúan intensificándose en las áreas afectadas.
