El conflicto reciente en Gaza ha dejado una marca devastadora en la región, con más de 41.000 personas fallecidas, según el Ministerio de Sanidad palestino, la mayoría de ellas mujeres y niños. La crisis humanitaria es alarmante, ya que cerca del 90% de la población, compuesta por 2,3 millones de habitantes, se ha visto forzada a abandonar sus hogares, quedando confinada en apenas el 10% del territorio disponible.
En este contexto de adversidad, emergen iniciativas como la del maestro Mahmoud Kallakh, quien se ha propuesto ofrecer una luz de esperanza a aquellos que han perdido a sus seres queridos. Kallakh ha establecido un campamento en Al-Mawasi, al oeste de Jan Yunis, donde acoge actualmente a unas 400 familias desplazadas, muchas de las cuales han quedado sin el sostén económico familiar. Su esfuerzo no solo busca proporcionar refugio, sino también asistencia alimentaria, atención médica y proyectos educativos y sociales, con el apoyo de UNICEF.
Kallakh ha resaltado la importancia de la educación en esta sombría situación, estableciendo una escuela dentro del campamento que ofrece beneficios educativos a los niños. Subraya que es crucial crear un entorno adecuado para el aprendizaje, a pesar de la precariedad de las condiciones, con familias viviendo en tiendas de campaña, un espacio que él aspira a mejorar para favorecer el bienestar de los estudiantes.
La tragedia ha cobrado la vida de miles de niños, y se estima que entre 17.000 y 18.000 menores se han quedado huérfanos en Gaza, muchos de ellos sin ningún familiar que pueda ocuparse de ellos. Taleen Al-Hinnawi es una de esas menores, quien ha perdido a su padre y lucha por adaptarse a su nueva vida en el orfanato de Al-Baraka. La joven comparte su dolor, recordando a su papá y deseando poder regresar a su hogar.
Otro testimonio conmovedor es el de Nada Al-Gharib, quien ha perdido a su padre y a su único hermano en un ataque. A pesar de su inmenso sufrimiento, Nada resalta el sentido de comunidad que ha encontrado en el campamento, donde todos comparten sus historias de pérdida y dolor, formando una suerte de familia.
Mientras la guerra sigue afectando la región, UNICEF advierte sobre el catastrófico impacto en los niños y las familias, con cifras alarmantes que indican que más de 14.000 niños han muerto y miles han resultado heridos. La situación de desplazamiento es crítica, con casi 1,9 millones de personas sin acceso a alimentos, agua, combustible o atención médica adecuada. La agencia de la ONU ha hecho un llamado urgente a un alto el fuego humanitario y al acceso sin restricciones a la ayuda para las familias necesitadas en Gaza.