Evaluación Integral de la Práctica Final en el Curso de Experto en Enfermería de Urgencias y Emergencias en San Sebastián

Silvia Pastor

Esta mañana, la explanada de Sagüés, ubicada junto a la playa de La Zurriola en San Sebastián, fue el escenario de un significativo ejercicio práctico de Emergencias que simuló un atropello múltiple seguido de una avalancha. Más de 150 personas participaron en esta actividad, incluyendo a 60 enfermeras y enfermeros. El evento fue organizado por el Colegio Oficial de Enfermería de Gipuzkoa (COEGI) en colaboración con el Instituto Superior de Formación Sanitaria (ISFOS). Asimismo, intervinieron profesionales de Bomberos, Cruz Roja, DYA, la Guardia Municipal, Movilidad y Ambulancias Gipuzkoa, junto con estudiantes del Instituto Técnico Easo y la Ikastola Eizmendi.

El simulacro, diseñado como práctica final para el Curso de Experto/a en Enfermería en Urgencias y Emergencias, tenía como objetivo evaluar la capacidad de respuesta ante una situación crítica. La actividad comenzó con varias llamadas al servicio de emergencias 112 informando sobre el accidente, lo que llevó a la activación de los recursos y agencias necesarias. Los Bomberos de Donostia-San Sebastián llegaron al lugar para asegurar la zona, permitiendo el acceso a los equipos sanitarios y facilitando el rescate de las víctimas, representadas por un grupo de alumnado que actuó como «heridos».

Ambulancias de DYA y Cruz Roja también acudieron rápidamente, aportando recursos y equipos sanitarios encargados de organizar la atención médica y coordinar el rescate. Ambulancias Gipuzkoa estableció un Puesto Sanitario Avanzado (PSA) donde se gestionaron las emergencias y se realizaron traslados simulados a centros hospitalarios, atendiendo a un número considerable de heridos.

Este ejercicio ha puesto de relieve la importancia de la práctica y de la coordinación entre los diferentes organismos implicados en situaciones de emergencia. Desde el COEGI se destacó que simulacros de este tipo son fundamentales para reforzar los conocimientos y habilidades adquiridos por los profesionales. Tanto enfermeras como el resto de los agentes intervinientes desconocían los detalles del ejercicio, lo que permitió replicar las condiciones de un siniestro real de manera más efectiva.

Cada agencia desempeñó un papel específico durante el simulacro: las enfermeras se encargaron de la atención sanitaria, los Bomberos se enfocaron en asegurar la escena y detectar víctimas, DYA proporcionó apoyo mediante ambulancias, Cruz Roja facilitó la evacuación de heridos, y los agentes de la Guardia Municipal controlaron el tráfico y aseguraron el área. Los estudiantes de Easo y Eizmendi, actuando como víctimas, ofrecieron un toque de realismo adicional a la simulación.