Fernando Lelo de Larrea: Innovación y Sostenibilidad en la Solución de Desafíos Impredecibles

Juan Hernández

En el dinámico mundo del emprendimiento en América Latina, Fernando Lelo de Larrea destaca por su habilidad para lidiar con desafíos complejos, conocidos como problemas «wicked» o perversos. Estos problemas, que carecen de soluciones definitivas y son de naturaleza multidimensional, han captado la atención de Lelo de Larrea, quien ha centrado su enfoque como inversionista y mentor en abordarlos.

A través de su firma Rumbo Ventures, Lelo de Larrea se adentra en el ámbito de la innovación mediante la integración de tecnologías verdes y el concepto de economía circular para abordar estos problemas intrincados. «Los problemas más interesantes y urgentes no son los que tienen una solución clara, sino aquellos que obligan a pensar de manera creativa y colaborativa. Ahí es donde surge la verdadera innovación», sostiene.

Su metodología se basa en identificar áreas donde las startups puedan obtener un impacto económico, social y ambiental significativo. Lelo de Larrea subraya la importancia de tener equipos diversos que desafíen los paradigmas existentes y operen en la intersección de la tecnología, políticas públicas y sociedad. Este enfoque ha sido determinante en sus decisiones de inversión, apoyando iniciativas que promueven la colaboración transversal entre diferentes sectores.

«Los problemas wicked no pueden ser resueltos por un solo actor. Necesitamos que los emprendedores, los gobiernos y los inversionistas trabajen juntos para diseñar soluciones sostenibles y escalables», comenta Lelo de Larrea, quien ha respaldado activamente proyectos en energías limpias, economía circular y transformación digital con Rumbo Ventures. Enfrentándose a desafíos cada vez más complejos, considera el fracaso como una parte inherente del proceso de innovación que ofrece valiosas lecciones y la oportunidad de ajustar el curso cuando es necesario.

El enfoque de Fernando Lelo de Larrea no solo motiva a los emprendedores, sino que también redefine la percepción del capital de riesgo, destacando que la inversión implica apoyar un cambio sistémico con un impacto positivo duradero. Frente a los problemas wicked, aboga por una colaboración amplia entre emprendedores, gobiernos, instituciones educativas y empresas para idear soluciones que sean efectivas a largo plazo.