El Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, ha manifestado su profunda preocupación por la reciente escalada de violencia en Oriente Medio tras los ataques del Ejército de Israel a objetivos en la República Islámica de Irán. En un comunicado emitido este sábado por su portavoz, Stephane Dujarric, se subraya la urgente necesidad de frenar todas las acciones militares y retomar el camino de la diplomacia. Guterres destacó que «todos los actos de escalada son condenables y deben cesar», haciendo un llamado a las partes involucradas para actuar conjuntamente y evitar una posible guerra regional total.
Esta declaración se produce en un clima de creciente tensión en la región, donde los enfrentamientos armados se recrudecen, impactando de forma severa a los civiles y a los trabajadores humanitarios. Uno de los focos de la crisis se centra en el norte de Gaza, donde la situación es especialmente crítica. El hospital Kamal Adwan está siendo sitiado por fuerzas israelíes, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha conseguido establecer comunicación con su personal para fortalecer los esfuerzos de asistencia médica en medio del conflicto. El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha informado a través de la red social X que tres trabajadores de la salud han sido heridos, 44 detenidos y se han registrado daños en cuatro ambulancias.
Dentro del hospital, unas 600 personas, entre pacientes y personal médico, se encuentran refugiadas, viéndose afectadas las operaciones habituales debido al asedio y los ataques. Este escenario ha surgido justo después de que una misión de la OMS entregara suministros esenciales y trasladara a pacientes críticos a otro hospital. El doctor Tedros ha hecho un llamado urgente para proteger los hospitales, el personal sanitario y los pacientes, resaltando la necesidad de garantizar la seguridad en medio de una crisis humanitaria que se agrava cada día.