El Secretario General de la ONU, António Guterres, concluyó recientemente una visita solidaria de dos días al Líbano con un mensaje de optimismo sobre el futuro del país. En su discurso en Beirut, Guterres instó al nuevo gobierno, al pueblo libanés y a la comunidad internacional a “aprovechar al máximo esta atmósfera de oportunidad”, aludiendo a la apertura de una “ventana que allana el camino hacia una nueva era de estabilidad institucional”.
Durante su visita, Guterres se reunió con el recientemente elegido presidente, Joseph Aoun, y con el primer ministro designado, Nawaf Salam. A pesar de los numerosos retos que enfrenta el Líbano, el Secretario General destacó un ambiente esperanzador y enfatizó la crucial importancia de la colaboración entre el país y la ONU para abordar las necesidades de reconstrucción derivadas de los recientes conflictos.
En su recorrido por el sur del Líbano, Guterres pudo observar de primera mano la devastación provocada por las confrontaciones recientes. “Las necesidades de reconstrucción son grandes, pero no son insuperables”, aseguró, prometiendo que la ONU intensificará su apoyo en los esfuerzos de recuperación y reconstrucción, trabajando en estrecha colaboración con las autoridades libanesas y otros socios internacionales. También mostró su deseo de que los ciudadanos israelíes afectados por los conflictos puedan regresar pronto a la normalidad, destacando la necesidad de mantener el precario alto el fuego actual.
El alto funcionario hizo un llamado a ambas partes para que respeten los compromisos del alto el fuego y utilicen este acuerdo como plataforma para abordar cuestiones pendientes. Guterres también observó avances significativos como la retirada gradual de las Fuerzas de Defensa de Israel y el aumento del despliegue del Ejército libanés en el sur del país, aunque expresó su preocupación por los ataques aéreos y demoliciones que continúan azotando la región.
A lo largo de su visita, Guterres también se refirió a la situación regional, subrayando los rápidos cambios en Gaza y Siria. Elogió el espíritu de solidaridad del pueblo libanés en la acogida de numerosos refugiados, instando a la comunidad internacional a reflejar ese mismo espíritu hacia el Líbano. “El camino hacia adelante está lleno de promesas, pero también de desafíos significativos que requieren reformas y una mayor rendición de cuentas”, indicó.
Al finalizar su viaje, Guterres expresó su esperanza de que, con cooperación y compromiso, se pueda abrir un nuevo capítulo de paz para el Líbano. Reiteró su total apoyo al presidente Aoun y al futuro gobierno, confirmando que es posible consolidar las instituciones y crear las condiciones necesarias para que el Estado libanés proteja a todos sus ciudadanos.
Iniciando su visita en Naqoura, Guterres también se reunió con la misión de mantenimiento de la paz de la ONU, UNIFIL, elogiando a las tropas que operan en circunstancias extremadamente difíciles, resaltando que la misión se encuentra en la “primera línea de la paz” en un entorno que es considerado uno de los más desafiantes para las fuerzas de mantenimiento de la paz en todo el mundo.