Haití: El Hambre Llega a Niveles Sin Precedentes

Silvia Pastor

La situación en Haití sigue empeorando, afectada por un incremento alarmante de la violencia armada, lo que ha forzado a más de un millón de personas a abandonar sus hogares y está llevando el hambre a niveles sin precedentes. Un reciente informe del Programa Mundial de Alimentos (PMA) advierte que, para junio de 2025, alrededor de 5,7 millones de haitianos, es decir, más de la mitad de la población, experimentarán inseguridad alimentaria aguda. De estos, más de dos millones se encontrarán en una situación de emergencia, y cerca de 8,400 personas están en condiciones catastróficas por la escasez extrema de alimentos y el riesgo elevado de hambruna.

En Puerto Príncipe, muchas familias desplazadas han buscado refugio en escuelas y edificios públicos, enfrentando condiciones precarias de hacinamiento y acceso limitado a recursos básicos como agua potable, alimentos y atención médica. A pesar de los esfuerzos del PMA y otras organizaciones, la respuesta humanitaria sigue siendo insuficiente. La directora del PMA en Haití, Wanja Kaaria, expresó que la situación es crítica y que la ayuda internacional es urgente, ya que, a día de hoy, «simplemente estamos luchando por contener el hambre».

Desde inicios de 2025, se han entregado 740,000 comidas calientes a personas desplazadas, además de asistencia en efectivo y programas para combatir la desnutrición infantil. A pesar de las dificultades, la agencia ha logrado llegar a áreas controladas por grupos armados, proporcionando ayuda a comunidades aisladas como Croix-des-Bouquets y Cité Soleil.

El Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) también ha alertado sobre la grave situación que enfrentan los menores en Haití. Más de un millón de niños están en riesgo de inseguridad alimentaria crítica, y aproximadamente 2,85 millones de niños sufren niveles altos y sostenidos de inseguridad alimentaria. Geeta Narayan, representante de UNICEF en Haití, subrayó que la violencia, la pobreza extrema y la crisis económica impiden que los padres puedan proporcionar a sus hijos lo necesario para una vida digna.

A medida que aumentan las necesidades de la población, la respuesta humanitaria se ve seriamente comprometida por la falta de financiamiento. El PMA necesita urgentemente 53,7 millones de dólares para continuar sus operaciones en los próximos seis meses, y el programa de nutrición de UNICEF enfrenta un déficit del 70% en su presupuesto.