Hallazgo Arqueológico Notable en los Terrenos de la Futura Ronda Norte de Córdoba

Una empresa de perforaciones ha hecho públicos los hallazgos arqueológicos recientes en Córdoba, revelando la existencia de un antiguo arrabal islámico en la Ronda Norte. Las investigaciones, llevadas a cabo en la zona en la que se planea construir la primera fase de la ronda, han desenterrado restos que se remontan al siglo VIII y IX, durante el periodo emiral.

Los descubrimientos se realizaron entre septiembre y noviembre del año pasado, durante trabajos de sondeo que abarcaban un tramo cercano a la avenida de La Arruzafilla. De un total de 28 sondeos realizados, diez revelaron estructuras domésticas que indican la presencia de un asentamiento andalusí ubicado extramuros de la medina de Qurtuba. Estas construcciones, halladas a más de un metro y medio de profundidad, destacan por sus características arquitectónicas islámicas tempranas, como muros de tapial y cimentaciones de mampostería, además de mostrar un notable déficit de elementos propios de la arquitectura califal posterior. Esto ha permitido a los especialistas datar los restos a un período anterior al siglo X.

El área de intervención arqueológica de aproximadamente 5.000 metros cuadrados forma parte de un total de 17.490 metros cuadrados que se prevé excavar. Se espera que los trabajos se amplíen con excavaciones adicionales para documentar la magnitud e importancia histórica del asentamiento, una fase que comenzará una vez obtengan la autorización de la Consejería de Cultura.

Los expertos destacan que estos hallazgos son parte integral del paisaje urbano islámico periférico, en una zona que, durante la época andalusí, albergaba arrabales y almunias situados al norte de la antigua Qurtuba. En aquellas áreas donde no se han encontrado restos patrimoniales, se procederá a cubrir nuevamente los sondeos, buscando garantizar la seguridad del terreno y permitir el avance del proyecto urbanístico. Este incluye una calzada principal de 21 metros de ancho, dentro de una vía de casi 40 metros.

Este descubrimiento se considera una valiosa aportación al conocimiento de la evolución urbana de Córdoba durante la época islámica, subrayando la importancia de realizar intervenciones arqueológicas antes de llevar a cabo grandes obras de infraestructura.