Un informe reciente de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU ha revelado resultados alarmantes sobre el conflicto en Gaza. Según el documento, un 70% de las víctimas verificadas en la región son niños y mujeres, lo que refleja violaciones significativas del derecho internacional. La situación ha planteado serias preocupaciones sobre la posible comisión de crímenes de lesa humanidad, incluyendo genocidio.
El informe resalta las grandes dificultades enfrentadas por los verificadores, quienes lidian con limitaciones de acceso y la constante inseguridad en la zona, además de ataques contra el personal humanitario. A pesar de los obstáculos, la ONU ha conseguido verificar la muerte de 8,119 palestinos, con la mayoría de las bajas (7,607) resultando de ataques en edificaciones residenciales. De esta cifra, 44% eran niños, 26% mujeres, y 30% hombres.
La Oficina de Derechos Humanos ha criticado a Israel por no implementar medidas suficientes para evitar o reducir las muertes de civiles. Hasta finales de abril de 2024, el ejército israelí había reconocido únicamente la muerte de 75 palestinos en ataques selectivos, mientras el número total de muertes reportadas superaba las 34,000.
El portavoz Jeremy Lawrence señaló que, pese a la naturaleza conservadora de las cifras, es probable que niños y mujeres sigan siendo la mayoría entre las víctimas. Según la ONU, estas violaciones podrían configurarse como crímenes de lesa humanidad y, si se cometen con la intención de erradicar parcial o totalmente a ciertos grupos, podrían tratarse de genocidio.
Además, el informe denuncia el uso de fósforo blanco por parte del ejército israelí en zonas densamente pobladas. Este químico causa lesiones graves y dolorosas, y su uso en áreas urbanas sigue siendo motivo de gran alarma internacional. En medio de esta crisis, la comunidad global permanece atenta al creciente impacto sobre la población civil, especialmente entre los grupos más vulnerables.