El desarrollo urbanístico en zonas inundables ha suscitado preocupación en España debido a la falta de regulación estricta, un tema que, según el especialista Salvador García-Ayllón, debe ser abordado con urgencia. La directiva europea sobre riesgos de inundaciones, pese a haber sido establecida en 2007, no fue implementada en la legislación española hasta 2010. García-Ayllón, arquitecto e ingeniero, y líder del grupo de investigación de Política Territorial, Planificación Ambiental y de las Infraestructuras en la Universidad Politécnica de Cartagena, enfatiza la necesidad de mejorar la planificación urbana y la gestión del territorio para reducir al mínimo el riesgo de inundaciones.
El experto aboga por la incorporación de infraestructuras verdes y soluciones basadas en la naturaleza especialmente frente a las Depresiones Aisladas en Niveles Altos (DANAs), fenómenos climáticos extremos ya comunes. García-Ayllón defiende también la renaturalización de cuencas y riberas, medidas que ayudan a restaurar la red hidrográfica natural, que ha sido significativamente alterada por la actividad humana, especialmente en regiones mediterráneas afectadas por la suburbanización descontrolada y la agricultura intensiva.
Las infraestructuras verdes, comenta García-Ayllón, deberían convertirse en una pieza clave de la planificación territorial, al ser una solución con menor impacto ambiental comparado con las infraestructuras tradicionales. Sin embargo, insiste en que las necesidades varían y que una combinación de soluciones basadas en la naturaleza con medidas pequeñas o medianas suele ser más efectiva que adoptar grandes infraestructuras.
Desde el punto de vista económico, García-Ayllón destaca que estas soluciones deben ser sometidas a un riguroso análisis coste-beneficio para asegurar la eficacia de las inversiones. La planificación estratégica integrada debe contemplar tanto las variables territoriales como las hidrológicas, para obtener resultados óptimos.
La región de Murcia es un claro ejemplo de vulnerabilidad a las inundaciones, con más de 70 puntos críticos identificados, especialmente en el área metropolitana y la cuenca del Mar Menor. Para enfrentar estos desafíos, se valora la implementación de un régimen especial que permita abordar de manera adecuada los problemas que se presentan.
El mensaje central de García-Ayllón es que ante la previsión de fenómenos climáticos más frecuentes e intensos, es fundamental aumentar los esfuerzos en la planificación y en el desarrollo de infraestructuras adecuadas. Aprovechar al máximo el conocimiento científico disponible es crucial para estar preparados ante futuras DANAs, y para mitigar el impacto de estas catástrofes naturales, integrando siempre la variable del riesgo de inundación en la planificación urbanística y territorial.