La Falta de Tiempo: Estrés y Sus Efectos Silenciosos en el Cerebro, la Salud y las Relaciones

María MR

La constante sensación de que el tiempo no alcanza se ha convertido en uno de los grandes males de la vida moderna. En una sociedad marcada por la inmediatez, las agendas saturadas y la exigencia de productividad constante, muchas personas viven con la angustia de no poder cumplir con todas sus responsabilidades, lo que desencadena altos niveles de estrés y tiene efectos perjudiciales en la salud mental, física y en las relaciones personales.

Expertos en sociología y neurociencia de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) advierten que esta percepción de falta de tiempo no es solo una cuestión de organización personal, sino un problema estructural que impacta en el bienestar emocional y el equilibrio social. Según los especialistas, cuando las personas sienten que van corriendo a todas partes, su cerebro se activa en modo supervivencia, lo que puede llevar a problemas de atención y memoria, e incluso provocar cambios en la estructura cerebral.

Los datos son alarmantes. En 2023, más de 600.000 bajas laborales en España fueron atribuidas a trastornos mentales, lo que representa un incremento del 17 % respecto al año anterior. De estas bajas, el estrés fue el responsable del 15 % de los casos más prolongados, colocándose como la segunda causa de baja laboral tras los problemas musculoesqueléticos. Esta situación se agrava en el ámbito laboral debido a la presión por cumplir plazos y a un exceso de tareas, aunque los problemas de salud mental no conocen fronteras y factores financieros y personales también juegan un papel significativo en su deterioro.

Un informe del Ministerio de Sanidad refleja que casi una de cada cuatro personas atendidas en atención primaria presenta algún tipo de problema psicológico, con la ansiedad afectando al 6,7 % de la población y la depresión al 4,1 %. Personalmente, mujeres y personas con menos recursos económicos son las más afectadas. El estrés también resiente las relaciones interpersonales, ya que la irritabilidad y la fatiga emocional limitan la capacidad de empatía y aumentan los conflictos familiares, afectando la calidad del tiempo compartido con amigos y seres queridos.

Ante esta realidad, los expertos sugieren adoptar una serie de estrategias para mitigar la sensación de escasez de tiempo. Entre ellas se encuentran la priorización de tareas, la delegación, la reorganización del tiempo de forma consciente, el rediseño de rutinas laborales a favor de una mayor flexibilidad, y el fomento de políticas públicas que protejan la salud mental y favorezcan la conciliación. Asimismo, se resalta la importancia de cuidar la salud mental a través de pausas activas y técnicas de relajación.

En conclusión, la falta de tiempo es más que una meramente percepción; es una realidad que impacta en el bienestar de las personas. Reconocer su efecto y tomar medidas urgentes para frenar este ritmo desenfrenado es fundamental para recuperar calidad de vida. Los investigadores de la UOC enfatizan que recuperar el control del tiempo es esencial para mejorar no solo la salud individual, sino también la dinámica social en su conjunto.