Cada vez es más habitual encontrar a personas que apuestan por un estilo de vida que prioriza tanto su bienestar personal como el del planeta. Aspectos como una alimentación consciente, una compra responsable o el reciclaje de residuos se han convertido en pilares fundamentales hacia unos hábitos más saludables y sostenibles.
Con motivo del Día Mundial de la Salud, ANFEVI, la Asociación Nacional de Fabricantes de Envases de Vidrio, y Friends of Glass, la plataforma de consumidores a favor de la elección y el reciclado de envases de vidrio, comparten las razones que demuestran que los españoles están cada vez más comprometidos con su salud y con la del medio ambiente.
El vidrio, como material de envasado, se ha ganado la confianza de los consumidores y supera con creces las exigencias de seguridad alimentaria. Este material es completamente inerte, lo que significa que no transfiere sustancias químicas al contenido, ni altera las propiedades originales de los alimentos y bebidas. El vidrio garantiza estabilidad y pureza, ya que no requiere recubrimientos internos para un contacto seguro. Además, no sufre oxidación ni corrosión, actuando como una barrera impenetrable frente a agentes externos y sin degradarse en partículas o microplásticos, lo que preserva la cadena trófica y respeta los ecosistemas.
Un estudio publicado en Critical Reviews in Food Science and Nutrition analizó la seguridad de diferentes materiales de envasado. Los resultados indicaron que aproximadamente 3.000 sustancias químicas podrían migrar de ciertos envases a los alimentos, incrementando la exposición humana a estas sustancias. De todas ellas, el 65% no estaba registrada en listas reglamentarias, y más de dos tercios se identificaron en plásticos. En contraposición, el vidrio se destacó como uno de los materiales más seguros para el contacto con alimentos, junto con la cerámica. Este material ha recibido la etiqueta GRAS (Generalmente Reconocido como Seguro) por la FDA de EE.UU. y está exento del Reglamento REACH en Europa debido a sus propiedades no tóxicas.
El 80% de los consumidores, al acudir a bares y restaurantes, prefiere que sus bebidas estén envasadas en vidrio, según el estudio “Preferencias del consumidor en Horeca”.
La elección de productos envasados en vidrio contribuye a introducir hábitos de consumo responsables y sostenibles. La conexión entre cuidar nuestra salud y el medio ambiente se vuelve cada vez más evidente. El 56% de los consumidores percibe el vidrio como el envase más reciclable y ecológico. En 2024, España alcanzó una tasa de reciclaje de vidrio del 71,1%, superando los objetivos europeos con más del 90% de este vidrio proveniente de la separación en origen. Este proceso de reciclaje tiene un impacto directo en la salud del planeta, al contribuir a la reducción de emisiones de CO₂ y al consumo de recursos, consolidándose como un referente en economía circular.
Los envases de vidrio también reducen el desperdicio de alimentos y bebidas gracias a su capacidad de conservación óptima y duradera. Según el último «Informe del Desperdicio Alimentario en España», en 2023 el número de hogares que no desperdició alimentos aumentó en más de un 4%.
La creciente conciencia ecológica está influenciando significativamente las decisiones de compra de los consumidores españoles. Un estudio indica que el 81% de los españoles desea que sus compras tengan un impacto ambiental y social positivo. Al optar por vidrio, apoyan una industria local, ya que el 79% de las materias primas utilizadas provienen de España, ayudando a reducir la huella de carbono. Este sector también genera más de 3.100 empleos estables en el país, reforzando la economía local y fomentando el desarrollo regional.
Karen Davies, Secretaria General de ANFEVI, destaca: «Creemos firmemente que es posible alimentar al mundo de manera responsable, protegiendo lo que realmente importa: las personas y el medio ambiente. En ese sentido, el vidrio es mucho más que un material de envasado; es una solución integral para los desafíos actuales de seguridad y sostenibilidad que enfrenta la industria alimentaria. Su capacidad para reciclarse infinitamente nos permite mirar hacia un futuro más verde y sostenible».