Acometer una obra de renovación completa en casa no es algo sencillo. Son tantas las cosas que hay que tener en cuenta que lo normal es cometer errores, algunos de ellos importantes. Por eso, si estás pensando en reformar el baño, te conviene saber cuáles son las equivocaciones más comunes, para así poder evitarlas.
Cuando uno se enfrenta a la ardua tarea de reformar el baño, nunca piensa que la cosa puede complicarse tanto. Al principio parece fácil: elegir los revestimientos, decidir la distribución de los sanitarios, optar entre varios modelos y acabados, apostar por una decoración moderna… ¡Todos sabemos lo que nos gusta! Sin embargo, y a medida que las obras avanzan, nos damos cuenta de que muchas veces decidimos sin saber. Y eso, a la larga, se paga.
Para que a ti no te ocurra esto, hoy vamos a contarte cuáles son los errores más habituales a la hora de reformar el baño. Así podrás tenerlos presentes cuando llegue el momento y evitarlos.
Acertar con los revestimientos al reformar el baño
Este es uno de los capítulos más importantes cuando uno está renovando el cuarto de baño por completo. Y es que no es tan fácil acertar. Aunque tengas muy claro qué tipo de superficies te gustan y cuáles no pondrías nunca, después es conveniente saber si la cerámica que has elegido para el suelo, por ejemplo, se ensucia con facilidad o es más sufrida. Y como esta, otras muchas cuestiones importantes.
Una de ellas tiene que ver con el formato de los azulejos. No elijas un tamaño demasiado pequeño, ya que tendrás más juntas que limpiar, y eso a la larga te dará mucho más trabajo. Además, opta por porcelánicos con juntas rectificadas (el borde de los azulejos es recto, no redondeado, con lo cual las uniones entre las piezas son mucho más finas).
En las paredes, el material adecuado
Las paredes son uno de los puntos clave a la hora de reformar el baño. Puede que no te apetezca nada alicatarlas completamente de suelo a techo, y no hay razón para hacerlo, siempre y cuando elijas los materiales adecuados.
Puedes, por ejemplo, hacer un zócalo de azulejo en la mitad inferior de la pared y pintar la parte superior. El resultado es muy decorativo, pero ten muy claro que tendrás que usar una pintura específica para zonas húmedas. De lo contrario se estropeará enseguida.
Y lo mismo sucede si lo que quieres es empapelar alguna de las paredes. Para empezar esta opción está desaconsejada en la pared de la ducha o en la del lavabo, ya que son zonas con mucha humedad. En cualquier caso, es importante elegir un papel pintado de tipo vinílico, ya que estos llevan un recubrimiento que hace que puedan resistir la humedad sin inmutarse. Además, al instalarlo es mejor usar una cola especial, más fuerte.
El lavabo, mejor con encimera
Ya sabemos que la reforma del baño está muy condicionada por los metros disponibles. ¿A quién no le gustaría tener en casa un baño tan grande como un salón de baile? Sin embargo, la realidad es bien distinta, ya que el tamaño de los cuartos de baño de la mayoría de la gente suele ser más bien reducido.
Esta escasez de metros cuadrados nos lleva en ocasiones a elegir los sanitarios de manera errónea. Es lo que ocurre si optas por un lavabo sin encimera (o con una demasiado pequeña). Puede que resulte más ligero visualmente, pero también será mucho menos práctico. No tendrás sitio para dejar tus cosas a la hora de arreglarte, ni para guardarlas.
La solución es poner un lavabo integrado en la encimera y, a ser posible, con mueble de almacenaje en la parte inferior. Hay modelos muy estrechos para baños pequeños.
La ducha, sin bordillo y con tratamiento antideslizante
Seguro que, a la hora de elegir el plato de ducha, te gustan más los que se instalan a ras de suelo. Sin embargo, puede que sean más caros o más complicados de instalar y prefieras optar por un plato de ducha de los de siempre, con bordillo.
Pues bien, valora mucho esta decisión, porque elegir la segunda alternativa puede ser un error. Quizá en este momento no te importe tener que salvar un bordillo para entrar y salir de la ducha, pero a la larga puede ser un problema si contigo viven personas mayores o de movilidad reducida. Quédate con la opción más práctica, aunque suponga invertir un poco más de dinero.
Y asegúrate de que tanto el plato de ducha como la bañera (si la pones) tengan un tratamiento antideslizante. Parece una cosa sin importancia, pero puede evitarte caídas y resbalones peligrosos. Además, apenas encarece el precio.
La mejor iluminación
En lo que a la iluminación del cuarto de baño se refiere, también se comenten grandes errores. Uno de los más comunes consiste en no elegir bien las luces sobre el lavabo, que son muy importantes a la hora de asearse y arreglarse por las mañanas.
Por ejemplo, procura no poner un solo punto de luz, ya que se crearán molestas sombras. Mejor coloca dos puntos, uno a cada lado del espejo, y también una luz general. Y opta por luces neutras, que son las mejores para el cuarto de baño.
Estos son algunos de los errores más habituales en la reforma del baño. Estúdialos antes de empezar para poder evitarlos y todo irá sobre ruedas.