Los SAI/UPS: Los Guardianes del Suministro Eléctrico

Los SAI/UPS, guardaespaldas del suministro eléctrico

En un mundo cada vez más dependiente de la tecnología, los cortes de energía y las fluctuaciones eléctricas representan un desafío constante para la operatividad de infraestructuras críticas y dispositivos cotidianos. Frente a este escenario, los Sistemas de Alimentación Ininterrumpida (SAI), conocidos también por sus siglas en inglés UPS (Uninterruptible Power Supply), emergen como una solución esencial para garantizar la continuidad del suministro eléctrico en situaciones críticas. Empresas como Salicru, con más de 60 años de experiencia en el sector, fabrican estos dispositivos que protegen desde un ordenador personal hasta grandes instalaciones como aeropuertos, hospitales e incluso estadios de fútbol, como el reciente caso del Spotify Camp Nou del FC Barcelona.

Los SAI actúan como un cortafuegos entre el suministro eléctrico directo y los equipos conectados, transformando la corriente continua de sus baterías en corriente alterna con las mismas características que la red comercial. Esto permite que, ante un corte o una sobretensión, los dispositivos sigan funcionando sin interrupciones. Según Ramon Falguera, director de ventas corporativas de Salicru, “un SAI constituye el primer elemento de seguridad para los dispositivos conectados, ya que proporciona una alimentación segura, ininterrumpida y de calidad durante un corte de energía eléctrica”. Además, estos sistemas corrigen las fluctuaciones que provocan las perturbaciones de la red eléctrica, protegiendo los equipos de posibles daños.

Un aspecto clave es que, aunque muchas instalaciones cuentan con generadores de respaldo, estos no son suficientes por sí solos. “Un generador sin un SAI no evita la interrupción”, explica Falguera. Los SAI no solo mantienen la capacidad de alimentación hasta que se active el generador, sino que también se encargan de encenderlo automáticamente cuando la batería del sistema detecta un nivel bajo. La autonomía del SAI depende de factores como la potencia del dispositivo, el tipo y número de baterías, y la cantidad de equipos conectados. En proyectos de gran envergadura, como estructuras ferroviarias, se han logrado autonomías de hasta ocho horas.

Las perturbaciones eléctricas, consideradas grandes enemigas de los sistemas tecnológicos, son eventos inusuales que afectan la calidad de la energía. Estas “colisiones, retenciones y obras” en el flujo eléctrico pueden provocar fluctuaciones de voltaje que dañan los equipos conectados directamente a la red. En un mundo donde la dependencia de sistemas electrónicos e informáticos es cada vez mayor, los SAI se convierten en una herramienta imprescindible para proteger tanto grandes infraestructuras como pequeños comercios y hogares. Además de evitar cortes, mejoran la calidad de la tensión de red y prolongan la vida útil de los dispositivos conectados.

En resumen, los Sistemas de Alimentación Ininterrumpida no solo garantizan la continuidad operativa en situaciones críticas, sino que también protegen los equipos de los efectos negativos de las perturbaciones eléctricas, consolidándose como un pilar fundamental en la era digital.