En un contexto crítico para los pueblos indígenas a nivel global, el Secretario General de la ONU, António Guterres, enfatizó la importancia de estos grupos en la lucha contra el cambio climático, la contaminación y la pérdida de biodiversidad. Durante la apertura de la 24ª sesión del Foro Permanente de las Naciones Unidas para las Cuestiones Indígenas, Guterres destacó que estos pueblos son los más afectados por estas crisis, a pesar de no ser responsables de su origen.
La reunión, que se extenderá hasta el 2 de mayo, congrega a cerca de mil participantes y está dedicada a discutir los múltiples desafíos que enfrentan las comunidades indígenas. En su discurso, Guterres subrayó la marginación, discriminación, pobreza, desempleo y violencia que sufren estas comunidades, especialmente al intentar proteger sus entornos naturales. Destacó que enfrentan desalojos y la explotación de sus tierras, muchas veces sin su consentimiento, lo que constituye una violación de sus derechos fundamentales. «Se les excluye de decisiones que afectan directamente a sus tierras y territorios, amenazando sus formas de vida y su seguridad alimentaria», aseguró.
Uno de los temas más preocupantes que mencionó Guterres fue la extracción ilegal de minerales, una práctica que no solo quebranta la ley, sino que inflige serios perjuicios a las comunidades indígenas que dependen de estas tierras. La creciente demanda de minerales, impulsada por la transición energética global, está intensificando la desposesión y la marginación de estos pueblos, cuyos derechos continúan siendo ignorados, exponiéndolos a amenazas a su salud y bienestar.
La contaminación por mercurio, un subproducto de la minería ilegal, se citó como un ejemplo devastador del impacto negativo que estas actividades tienen en las comunidades indígenas, envenenando sus fuentes de agua y alimentos. A pesar de las adversidades, los pueblos indígenas son reconocidos en los acuerdos de la ONU y participan activamente en discusiones sobre minerales críticos.
Guterres delineó cuatro áreas que requieren atención urgente: el fortalecimiento del Foro Permanente, el reconocimiento del liderazgo y los derechos indígenas por parte de los Estados, el aumento del financiamiento destinado a estas comunidades y la implementación plena de recomendaciones sobre minerales críticos.
Finalmente, el Secretario General resaltó la importancia de los conocimientos y prácticas tradicionales de los pueblos indígenas, considerándolos modelos de conservación y uso sostenible. Insistió en que el mundo tiene mucho que aprender de estas comunidades, que priorizan la salud de los ecosistemas sobre los beneficios económicos inmediatos, promoviendo así una relación armoniosa con la naturaleza y el bienestar de las futuras generaciones.