La secretaria de Estado de Agricultura y Alimentación, Begoña García, ha resaltado en Villoldo, Palencia, la importante inversión de 245 millones de euros, destinada a seis proyectos de modernización de regadíos en Castilla y León. Esta iniciativa forma parte del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), financiado mediante fondos europeos.
Durante su visita a la comunidad de regantes del bajo Carrión, García anunció que cinco de los seis proyectos están ya en marcha y se espera que concluyan en abril de 2026. La sexta obra será licitada en el corto plazo. La secretaria estuvo acompañada por Francisco Rodríguez Mulero, presidente de la Sociedad Mercantil Estatal de Infraestructuras Agrarias (Seiasa), y Nicanor Sen Vélez, delegado del Gobierno en la comunidad. Se estima que estas inversiones beneficiarán directamente a aproximadamente 900 familias de regantes.
Uno de los proyectos en el canal del bajo Carrión contempla una modernización valorada en 70.180.000 euros, con un plazo de ejecución de 24 meses. Este trabajo busca optimizar la eficiencia energética de las instalaciones de riego. Entre las novedades, se incluye la creación de una toma en el río Carrión para habilitar un sistema de riego por gravedad, lo que disminuirá la necesidad de estaciones de bombeo y reducirá el consumo eléctrico. La primera fase de esta modernización abarcará redes de riego para 2.305 hectáreas, beneficiando a 250 regantes en los municipios de Carrión de los Condes, Villoldo, Lomas de Campos, Revenga de Campos y San Cebrián de Campos.
Paralelamente, en la provincia de León, el Ministerio de Agricultura está llevando a cabo tres obras de modernización de regadíos en la margen izquierda y la Ribera Alta del Porma, con una inversión total de 119.409.013 euros. Estas obras tienen como objetivo modernizar 9.378 hectáreas de cultivos, proporcionando beneficios a 652 regantes. En la comunidad de regantes de la Margen Izquierda del Porma se han asignado 49.229.013 euros, que beneficiarán a 252 regantes dedicados principalmente al cultivo de maíz, trigo, alfalfa y girasol en diversos municipios.
La modernización de estas infraestructuras de riego no solo representa una mejora significativa en la infraestructura agrícola, sino que también está alineada con las metas de sostenibilidad y eficiencia energética del sector, ofreciendo a los agricultores herramientas más modernas y menos costosas para el cultivo de sus tierras.
