Al menos nueve personas han muerto y siete han resultado heridas tras la explosión de un dron ruso que impactó un minibús en el este de Ucrania. El ataque tuvo lugar cerca de la ciudad de Bilopillia, en la región de Sumy, según informaron las autoridades locales. Este suceso, ocurrido el pasado sábado, es considerado por la Misión de Observación de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Ucrania (HRMMU) uno de los más mortales en las últimas semanas.
Los datos iniciales indican que el minibús transportaba a civiles evacuados desde una zona cercana a la línea del frente, donde la mayoría de los pasajeros eran mujeres. Observadores de la HRMMU están recolectando información adicional sobre el ataque y sus efectos, con el objetivo de elaborar un informe sobre la situación.
Danielle Bell, jefa de la HRMMU, enfatizó la gravedad del acontecimiento, señalando que «es un duro recordatorio de que los civiles siguen muriendo y resultando heridos a diario en toda Ucrania». Este ataque se convierte en el más mortífero desde el 24 de abril, cuando un ataque similar en Kiev dejó al menos 11 civiles muertos y 81 heridos.
Aunque el número de víctimas civiles en mayo ha mostrado una ligera disminución en comparación con el mes anterior, la HRMMU continúa documentando incidentes a diario, especialmente en áreas afectadas por el conflicto. La comunidad internacional sigue de cerca la evolución de la situación, mientras las autoridades ucranianas solicitan mayor apoyo y atención hacia la crisis humanitaria que enfrenta el país.