La lucha contra la ceguera en España ha tomado un nuevo impulso con la reciente presentación en el Congreso de los Diputados del informe “Una Cura para la Ceguera”, elaborado por la Asociación Mácula Retina. Este documento revela que, en los próximos cinco años, hasta 8 millones de españoles podrían sufrir patologías oftalmológicas que causan pérdida de visión irreversible. Esta cifra representa un preocupante aumento del 103% en comparación con 2021, lo que traducido en cifras económicas, podría significar un coste acumulado de 99.800 millones de euros en la próxima década.
Conscientes de la alarmante proyección, la Asociación Mácula Retina ha lanzado la campaña #CuraLaCeguera, cuyo objetivo es fomentar la investigación y convertir a España en un referente internacional en ingeniería de tejidos para la visión. El informe incluye un estudio realizado en colaboración con la biofarmacéutica AbbVie, que analiza el impacto económico derivado de enfermedades como el glaucoma, la retinopatía diabética, el edema macular diabético, la degeneración macular asociada a la edad y la alta miopía. Según los resultados, estas afecciones generarán una carga económica significativa, destacándose los costes directos no sanitarios, que representarían el 44%, y la pérdida de productividad, que alcanzaría el 38%. Entre las enfermedades con mayor impacto se encuentran el glaucoma, que acumularía un coste de 33.600 millones de euros, y el edema macular diabético, con 19.800 millones.
La campaña #CuraLaCeguera busca revertir algunos tipos de ceguera para 2035, en colaboración con sociedades científicas de oftalmología y grupos de investigación en ingeniería de tejidos. Actualmente, la investigación está en fase pre-clínica, y se espera que los primeros implantes de retina en humanos puedan realizarse en un plazo de tres años, siempre y cuando se logre la financiación necesaria. Según el doctor Alfredo García Layana, presidente de la Sociedad Española de Retina y Vítreo (SERV), aunque los tratamientos antiangiogénicos han avanzado, aún no logran frenar completamente la progresión de las enfermedades retinianas. Sin embargo, las terapias avanzadas, que incluyen la celular, la bioingeniería médica y la génica, ofrecen nuevas esperanzas a los pacientes.
Adicionalmente, el Plan Integral propuesto por la campaña no solo se enfoca en la investigación, sino también en la gestión de los factores de riesgo asociados a estas patologías. Jacinto Zulueta, presidente de la Asociación Mácula-Retina, subraya la importancia de controlar la diabetes y mejorar el acceso a tratamientos oftalmológicos, a fin de mitigar la carga económica proyectada. Asimismo, se hace hincapié en la necesidad de implementar medidas preventivas, como el uso de teleoftalmología y la inteligencia artificial para optimizar los diagnósticos.
En el ámbito de la investigación, España está realizando importantes avances en ingeniería tisular para la visión. Durante la presentación del informe, se destacó el trabajo de tres grupos de investigación que desarrollan soluciones innovadoras, como la creación de una retina biohíbrida o implantes de retina a partir de células madre pluripotentes inducidas. El doctor Francisco Javier Díaz-Corrales en el Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa, y el doctor Fivos Panetsos en la Universidad Complutense de Madrid están a la vanguardia de estos avances. Ambos subrayan que dos de los veinte proyectos seleccionados en la última convocatoria europea para la bioimpresión de tejidos y órganos humanos son españoles, lo que refleja la calidad y el potencial de la investigación en el país.
La Asociación Mácula-Retina trabaja en la creación de un consorcio para acelerar estos avances e inicia contactos con el PERTE de Salud de Vanguardia y el CDTI del Ministerio de Ciencia, así como con programas de investigación europeos, buscando impulsar la fase de investigación y consolidar una industria de vanguardia en este ámbito.
El informe también hace hincapié en la salud pública, señalando que la protección de la salud visual es vital para una vida plena y activa, ya que la pérdida de visión afecta tanto a la persona como a su entorno, generando costes emocionales, sociales y económicos significativos. Así, España se posiciona como un actor clave en la lucha global contra la ceguera, apostando por la investigación y la innovación para ofrecer soluciones efectivas a este desafío de salud del siglo XXI.