La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha hecho sonar la alarma sobre la situación actual en Gaza, advirtiendo que las acciones del gobierno israelí están poniendo en peligro la existencia de los palestinos como grupo. Durante una reciente rueda de prensa en Ginebra, la portavoz de la Oficina, Ravina Shamdasani, expresó su profunda preocupación por el efecto acumulativo de la violencia, la destrucción y el desplazamiento en la región.
Shamdasani detalló que un número alarmante de muertes y la destrucción de infraestructura esencial han intensificado la crisis humanitaria, dificultando el acceso a necesidades básicas. Las autoridades israelíes han sugerido reiteradamente a los residentes que abandonen Gaza, lo que plantea serias preguntas sobre la viabilidad del futuro de los palestinos en la zona.
Entre el 18 de marzo y el 9 de abril de 2025, se registraron alrededor de 224 ataques israelíes dirigidos contra edificios residenciales y campamentos de desplazados, afectando desproporcionadamente a mujeres y niños. Shamdasani manifestó su temor de que existan intenciones deliberadas por parte de Israel de desalojar permanentemente a los civiles de Gaza, especialmente en el contexto de las recientes órdenes de evacuación y la intensificación de los bombardeos. La situación se ha vuelto insostenible para más de 2,1 millones de habitantes de la franja, quienes se encuentran atrapados sin acceso a alimentos, agua potable y servicios básicos.
Además, la Oficina de Derechos Humanos destacó una alarmante tendencia de ataques contra periodistas en el área, reportando que al menos 209 profesionales han sido asesinados desde el inicio de los ataques de Hamas en octubre de 2023. La restricción del acceso de los medios internacionales a Gaza complica aún más la cobertura de esta crisis.
Shamdasani también indicó que, aunque bajo ciertas circunstancias la evacuación temporal de civiles puede ser legal, la magnitud de las órdenes de evacuación actuales genera dudas sobre la verdadera intención de Israel, que podría estar buscando un desplazamiento permanente, lo que violaría las normas internacionales. La situación se agrava con el riesgo de que se utilicen el castigo colectivo y la inanición como métodos de guerra, constituyendo una violación grave del derecho internacional.
La crisis humanitaria se siente cada vez más en Gaza, donde el doctor Rik Peeperkorn, representante de la Organización Mundial de la Salud para la región, informó que cerca de 36 millones de toneladas de suministros médicos esenciales se encuentran acumulándose en los pasos fronterizos cerrados. La reducción del equipo médico internacional ha dejado a los hospitales extremadamente vulnerables, y las evacuaciones médicas para pacientes en estado crítico están siendo severamente obstaculizadas. Los llamados a reanudar estas evacuaciones y a restablecer las rutas de tratamiento hacia Cisjordania y Jerusalén son cada vez más urgentes.
