Open Banking en Europa: De la Lenta Adopción en España al Liderazgo del Reino Unido según GDS Link Modellica

En Europa, la implementación del Open Banking ha mostrado un panorama desigual, evidenciando una realidad dual en el continente. Mientras que el Reino Unido se posiciona como líder indiscutible de este modelo, con 11,7 millones de usuarios activos y más de 22,1 millones de pagos realizados en noviembre de 2024, España, a pesar de sus significativas inversiones, continúa con un lento despegue. Esta situación destaca la necesidad de analizar los factores que contribuyen a esta disparidad y las oportunidades que el Open Banking ofrece a los usuarios.

El Open Banking, o Banca Abierta, representa una transformación radical en el sector financiero, ya que permite a terceros acceder a los datos bancarios de los clientes bajo su consentimiento con el fin de desarrollar nuevos productos y servicios. Este cambio se caracteriza por una mayor transparencia, interoperabilidad, innovación y democratización de los servicios financieros. A nivel global, el valor de las transacciones asociadas al Open Banking alcanzó los 57 mil millones de dólares en 2023, y se prevé que siga creciendo, impulsado por sus innegables beneficios, que incluyen una mayor seguridad, mejores tarifas y un control más integral de las gestiones financieras por parte de los usuarios.

Los usuarios son los principales beneficiados de esta evolución. Según un informe de Deloitte, el Open Banking empodera a los consumidores al brindarles más opciones, control y servicios adaptados a sus necesidades. Entre las ventajas se encuentran la transparencia, la personalización de servicios, la gestión más sencilla de finanzas, y la inclusión en la obtención de préstamos, todo ello en un entorno más seguro que les permite gestionar mejor su información y decisiones financieras.

La evolución del Open Banking en Europa ha sido regulada principalmente por la Segunda Directiva de Servicios de Pago (PSD2), que busca mejorar la seguridad y la competencia en los servicios de pagos digitales. Sin embargo, mientras el Reino Unido ha logrado madurar y transformar su ecosistema financiero, la penetración en España sigue siendo limitada, con solo un 2% de consumidores digitales en comparación con el 9,2% del Reino Unido, según datos de PwC. Las principales barreras en el caso español incluyen la falta de cultura financiera, la desconfianza hacia el uso de datos personales y una baja concienciación sobre las ventajas del Open Banking.

En contraste, el Reino Unido ha sabido aprovechar desde el principio las oportunidades del Open Banking, gracias a una regulación proactiva y la aceptación generalizada entre sus principales bancos. Esta estrategia ha permitido a los usuarios no solo acceder a servicios innovadores, sino también mejorar su gestión financiera de manera notable. La reciente promulgación del Proyecto de Ley de Datos en el Reino Unido establece un marco para un futuro más integrado de servicios financieros, ampliando el potencial del Open Banking hacia inversiones, seguros y otros sectores de la economía.

En conclusión, el Open Banking está aquí para quedarse y su potencial apenas comienza a explorarse. Para que España pueda emular el éxito del Reino Unido, es crucial que se superen las barreras actuales y que se adopte un enfoque más integral que promueva tanto la confianza como la educación financiera. La revolución silenciosa del Open Banking está modificando la estructura de la banca moderna, empoderando a los usuarios y ofreciendo oportunidades que, si se capitalizan adecuadamente, podrían transformar radicalmente el sector financiero en el país.