El Secretariado General de la ONU ha expresado su profundo pesar por la muerte del Papa Francisco, quien falleció este lunes en el Vaticano a la edad de 88 años. Jorge Mario Bergoglio, quien hizo historia como el primer pontífice latinoamericano, fue elegido en marzo de 2013 y durante su papado se destacó por su compromiso con los valores de paz, justicia social y dignidad humana.
António Guterres, Secretario General de la ONU, rindió homenaje a su legado, subrayando su dedicación incansable a los principios fundamentales de la organización, en particular en la lucha contra el cambio climático y su abogacía a favor de los migrantes y refugiados. «El Papa Francisco fue una voz trascendental para la paz, la dignidad humana y la justicia social. Deja tras de sí un legado de fe, servicio y compasión para todos», afirmó Guterres, quien añadió que el mundo podría beneficiarse enormemente al seguir el ejemplo de unidad y comprensión que promovió el Papa.
En su única visita a la ONU en septiembre de 2015, Francisco advirtió sobre la crisis ecológica y los peligros que esta representa para la humanidad, criticando abiertamente las consecuencias de un sistema económico que prioriza la ambición sobre el bienestar común.
La situación en Gaza, por otro lado, es alarmante. Más de 11,000 personas permanecen desaparecidas y se estima que alrededor del 92% de las viviendas han sido destruidas o gravemente dañadas por recientes bombardeos. Muchas familias viven sobre los escombros de sus hogares, con frecuencia sin poder recuperar los cuerpos de sus seres queridos. Muayyad Dahdouh, residente de Gaza, compartió su angustiante experiencia de haber tenido que esperar más de un año para recuperar el cuerpo de su hermano, atrapado bajo los restos de un edificio tras un ataque aéreo.
La falta de recursos y de equipos adecuados para la remoción de escombros agrava aún más la crisis, y las proyecciones de la ONU sugieren que este proceso de limpieza podría tardar más de dos décadas.
En un contexto diferente, la enviada especial del Secretario General para Haití ha elevado la alarma sobre la crisis en la nación caribeña, que se encuentra en un punto crítico debido al aumento de la violencia de bandas que buscan expandir su control territorial. «Haití podría enfrentarse a un caos total si no se actúa de manera efectiva a nivel internacional», advirtió. La situación ha generado un creciente escepticismo entre la población acerca de la capacidad del Estado para satisfacer sus necesidades.
Por último, este lunes dio inicio el vigésimo cuarto período de sesiones del Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas, enfocado en la implementación de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. Aluki Kotierk, una líder indígena canadiense, fue elegida presidenta del foro y destacó la relevancia de proteger los derechos, la dignidad y el bienestar de los pueblos indígenas en todo el mundo.
