En los próximos cinco años, la economía andaluza presenta una perspectiva prometedora al experimentar un impacto significativo en su mercado laboral. Los sectores tecnológicos, las energías renovables y el reciclaje, junto con el turismo sostenible, la agrotecnología, el hidrógeno verde y la aeronáutica, se consolidan como afluentes de inversión y empleo calificado entre 2025 y 2030. Este pronóstico, revelado por un informe de la consultora Catenon, destaca el impacto positivo de la rápida digitalización, las políticas ambientales y los programas de recuperación económica promovidos por la Unión Europea.
La digitalización y automatización están transformando el panorama laboral en Andalucía. La demanda de habilidades como inteligencia artificial, ciberseguridad, análisis de datos y desarrollo de software está en alza. Iniciativas nacionales, particularmente el Plan de Recuperación y Resiliencia de España, son cruciales en esta transformación, enfocando inversiones en la digitalización y el crecimiento de startups tecnológicas.
En el ámbito de las energías renovables, Andalucía emerge como un actor destacable, aprovechando su ventaja geográfica para las energías solar y eólica. Con los objetivos de descarbonización de la Unión Europea, la región está posicionada para liderar en ingenierías y técnicas relacionadas con energías limpias. Mariana Spata, directora gerente de Catenon, enfatiza que la región tiene el potencial de ser un referente europeo en proyectos de eficiencia energética y gestión de residuos.
El turismo sostenible, adaptándose a una demanda más consciente del medio ambiente, está abriendo nuevas puertas laborales. Profesionales en marketing experiencial, gestión de destinos sostenibles y plataformas digitales de ecoturismo son cada vez más solicitados.
La agrotecnología también vive su propia revolución en Andalucía, aplicando innovaciones que mejoran la productividad y sostenibilidad como la biotecnología y la agricultura de precisión. Este contexto sugiere un ambiente propicio para la inversión en startups centradas en biotecnología agrícola y robótica.
En el sector aeronáutico, Sevilla se consolida como un epicentro gracias al Parque Aeronáutico de Andalucía, que reúne empresas como Airbus y una red de proveedores clave. Las inversiones se destinan a mejorar la eficiencia en la fabricación de aeronaves y el desarrollo de tecnologías sostenibles, como la propulsión híbrida.
El hidrógeno verde se destaca como un sector con grandes perspectivas de expansión, respaldado por el acceso de Andalucía a energías renovables. Las inversiones se concentran en la producción de hidrógeno a partir de energías limpias, junto con el desarrollo de infraestructura para su almacenamiento y transporte.
Finalmente, Andalucía observa el surgimiento de hubs tecnológicos en ciudades como Málaga y Sevilla, los cuales atraen talento y capital, centrados especialmente en inteligencia artificial, big data y ciberseguridad. Esto potencia el papel de la región como un referente tecnológico nacional, preparando un ecosistema capaz de sostener el crecimiento digital global. Mariana Spata concluye resaltando el potencial de Andalucía para capitalizar estas oportunidades, subrayando la importancia de atraer y formar talento calificado para liderar la transición hacia una economía más innovadora y sostenible.