A medida que se acerca el invierno nuestro estado de ánimo se empaña, nos apagamos y comenzamos a pasar más tiempo en casa. Por ello te presentamos las nuevas tendencias para esta temporada y te contamos cómo influyen en tu estado de ánimo, para que le saques el mayor partido a tu decoración durante nuestra particular época de hibernación a través de la psicología del color.
La calma de los azules
Adjudicado, el azul es sin duda el protagonista de la temporada. Ya lo fue el azul Serenity en la temporada de primavera verano y ahora le toca a Riverside y Airy Blue. Hablamos de unas tonalidades que se alejan de la seriedad del marino o Navy, aportando a su vez un efecto tranquilizador, fresco y de reposo.
Son dos colores que según la filosofía del feng shui se asocian con el agua, favoreciendo un pensamiento positivo, asíque son ideales para introducirlas en el baño. Los azulejos, tanto en suelo como en pared, quedarán genial combinados con tonalidades blancas para darle una mayor amplitud al espacio. E incluso en los propios sanitarios, para aquellos amantes de la innovación y el cambio.
El combinarlo con detalles decorativos en amarillo o rosa ayuda a crear espacios alegres, pero huye de emplearlos en el comedor o cocina ya que se trata de tonalidades frías que reducen el apetito.
Un descanso equilibrado
El gris entró con fuerza hace un par de temporadas y todavía auguramos algunas más. El denominado Sharkskin proporciona una atmósfera sobria, tranquila y equilibrada. Se trata de incitar a la meditación y de restar importancia a lo que no tiene valor. Es perfecto para acentuar los colores fríos y a reafirmar los cálidos. También el Warm Taupe aporta las mismas sensaciones con un toque más romántico.
Son idóneos para utilizar en el dormitorio, creando un espacio propicio para descansar o incluso donde realizar alguna exposición, haciendo resaltar los objetos protagonistas. Pero cuidado con abusar de ellos, pueden transportarte a un universo melancólico y apagado.
Elegancia transitoria
El Dusty Cedar y Potter’s Clay son los descendientes otoñales del rosa Quarz de la temporada pasada. El primero, un tono más rosado ideal para el otoño. El segundo, una tonalidad caldera que llena de elegancia cualquier espacio. No se trata de tonos llamativos, ni vibrantes, sino todo lo contrario. Tienden a una estética más neutral que ayudan a inundar de elegancia.
Prueba a utilizarlo en el dormitorio, en el salón o en el comedor.
Romanticismo y pasión
El rosa cuarzo le va cediendo el puesto a tonalidades como el rosado Bodacious o la fuerza del Aurora Red. Dos colores apasionados, sofisticados y muy favorecedores para ser usados como complementos a alternar en estancias de movimiento como el salón o la cocina.
Se trata de colores luminosos, estimulantes y sensuales, perfectos para combinar con blanco, con gris o negro en espacios bien iluminados que ayuden a resaltarlos.
Es importante destacar que tanto el rosa como el rojo son colores dominantes, pueden resultar cargantes, hacer que otros pasen desapercibidos y alterar nuestro estado de ánimo.
Alegría vibrante
Anímate a darle un toque de alegría gracias al Lush Meadow, un verde lleno de elegancia fresca que inundará de armonía y paz. Una tonalidad ligeramente oscura que hay que manejar con precaución en interiores menos iluminados.
El amarillo Spicy Mustard será el encargado de llenar de exotismo, fuerza y diversión, ideal para combinar con estampados geométricos y abstractos. Proporciona luz por lo que no importa que la estancia no cuente con luz natural creando una sensación acogedora.
Es buena idea que ambos colores se combinen con tonalidades neutras para que el ambiente pueda alternar sensaciones sin ser excesivamente llamativo. Ideal para salones, cocinas, baños e incluso dormitorios, si se hace con cuidado.
¿Y a ti? ¿Qué te sugieren los colores de moda de esta temporada? Cuéntanos que te transmiten los colores de tu decoración y ayúdanos a encontrar el equilibrio perfecto.
Infografía de la Psicología del color
Fuente imágenes: Freepik