En un contexto donde el uso de dispositivos electrónicos entre los menores ha crecido de manera exponencial, cada vez más familias buscan soluciones tecnológicas que les permitan gestionar eficazmente la vida digital de sus hijos. La interacción de los niños con el mundo online comienza a edades muy tempranas, muchas veces incluso antes de que tengan la capacidad de decidir si desean participar o no en este entorno. Esta realidad ha generado un aumento alarmante de preocupaciones entre padres, educadores y autoridades sobre los riesgos que implica el acceso indiscriminado a información en línea.
La supervisión digital se ha vuelto esencial, y ante esta necesidad, plataformas como Qustodio han emergido como herramientas valiosas para ayudar a las familias a navegar en una realidad tan compleja. En los últimos ocho meses, la compañía ha registrado un crecimiento notable, superando los 7 millones de usuarios, lo que representa un incremento de un millón de nuevos suscriptores en un periodo relativamente corto. Este aumento es un claro indicativo del deseo de los padres de asegurar un uso responsable de Internet y proteger a sus hijos de los peligros asociados a un uso desmedido.
Qustodio proporciona a las familias diversas funcionalidades que permiten personalizar el acceso a Internet, tales como la limitación del tiempo de pantalla, la posibilidad de bloquear contenidos inapropiados y un seguimiento exhaustivo de la actividad digital de los menores. Todo esto contribuye a crear un entorno más seguro para que los niños puedan explorar el mundo en línea.
Emily Lawrenson, gerente de comunicación de Qustodio, destacó que este notable crecimiento es resultado de la confianza que las familias han depositado en sus herramientas para establecer un espacio seguro para los menores. “A medida que la tecnología avanza y las amenazas online se diversifican, se demandan más herramientas de protección”, aseguró Lawrenson. Además, enfatizó el compromiso de la empresa por continuar innovando y ofreciendo soluciones que no solo gestionen el uso de la tecnología, sino que también fomenten una navegación responsable y saludable, un aspecto prioritario en la actualidad.
A medida que las escuelas intensifican sus esfuerzos para promover una navegación segura y las instituciones gubernamentales implementan políticas más estrictas sobre la seguridad online infantil, se hace evidente que la educación digital y la protección proactiva son fundamentales para garantizar el bienestar de los más jóvenes en el entorno digital.