Reconocimiento a comunidades indígenas y afrodescendientes en los acuerdos de la COP16

María MR

La 16ª Conferencia de las Partes de la Convención sobre la Diversidad Biológica de las Naciones Unidas (COP16) concluyó recientemente en Cali, Colombia, después de 12 días de intensas discusiones con la participación de 170 delegaciones oficiales. Este evento ha sido fundamental para fortalecer el papel de las comunidades indígenas y afrodescendientes en la conservación de la biodiversidad, subrayando su importancia en la protección y gestión de los recursos naturales.

Uno de los logros más destacados de la COP16 fue la aprobación de la creación de un órgano subsidiario del artículo 8J, que otorga voz a los pueblos indígenas y comunidades locales en el proceso de toma de decisiones sobre biodiversidad. Este artículo reconoce la necesidad de respetar y preservar los conocimientos tradicionales que estas comunidades poseen, enfatizando la importancia de su participación activa en la conservación y uso sostenible de la biodiversidad. La formalización de este órgano representa un avance histórico, corrigiendo una deuda de más de tres décadas en el marco del Convenio sobre la Diversidad Biológica.

Camila Paz Romero, vocera de los pueblos indígenas, destacó la trascendencia de este momento histórico, indicando que el nuevo órgano es un referente mundial, donde se reconoce la participación esencial de estos pueblos en el logro de los objetivos del convenio. Además, se reafirmó el papel de las comunidades afrodescendientes como actores clave para el cuidado del medio ambiente, con acceso a recursos que les permitan financiar iniciativas de conservación.

La COP16 también impulsó la creación de un fondo mundial que facilitará la distribución justa de los beneficios económicos derivados del uso de información de secuencias genéticas. Este mecanismo requiere que las empresas que utilicen dicho conocimiento contribuyan a un fondo destinado a apoyar a las comunidades locales y pueblos indígenas.

Sin embargo, la conferencia enfrentó desafíos. Quedaron pendientes la definición de un modelo de financiamiento adecuado para implementar el Marco Mundial Kunming-Montreal, así como el establecimiento de un mecanismo de monitoreo para evaluar el cumplimiento de los compromisos adquiridos por los países.

Durante la COP16, la participación de la sociedad civil fue notable, con aproximadamente un millón de visitas a la zona verde del evento y la asistencia de unas 40.000 personas a diversas actividades académicas. La ministra de ambiente de Colombia, Susana Muhamad, calificó el evento como «la COP de la gente», resaltando el entusiasmo y la movilización generada en torno a la biodiversidad y la importancia de la educación ambiental en el país.