En 2024, las importaciones de elementos de tierras raras en la Unión Europea han experimentado una notable disminución, alcanzando un total de 12.900 toneladas, lo que se traduce en una caída del 29,3% en comparación con el año anterior. A pesar de esta reducción significativa, las exportaciones desde la UE permanecen relativamente estables, con 5.500 toneladas enviadas a otros países, lo que representa solo una disminución del 0,8%.
Los elementos de tierras raras, compuestos por un grupo de 17 metales especiales, son esenciales para diversas industrias de alta tecnología y presentan un alto riesgo de suministro, lo que los convierte en un recurso de vital importancia económica. En este contexto, China se ha consolidado como el principal proveedor de estos metales para la UE, siendo responsable del 46,3% del total de importaciones, es decir, 6.000 toneladas. Rusia y Malasia también desempeñan un papel relevante, aportando el 28,4% (3.700 toneladas) y el 19,9% (2.600 toneladas), respectivamente.
La elevada dependencia de la Unión Europea de estos países plantea serias inquietudes sobre la seguridad de las cadenas de suministro, resaltando la necesidad urgente de diversificar las fuentes de importación. La concentración de importaciones provenientes de China es un fenómeno que podría influir en la estabilidad del mercado de estos metales críticos en el futuro.
Dada la evolución de las importaciones y exportaciones en este sector, se anticipa que las dinámicas comerciales y las políticas económicas europeas se vean afectadas, en un escenario global donde la competitividad en tecnologías avanzadas cobra cada vez más relevancia. La monitorización de estos flujos comerciales se convierte en una prioridad para asegurar un suministro seguro y accesible de materiales esenciales para el desarrollo tecnológico en la región.