Renacer Desde las Cenizas: Forjando el Futuro de Gaza

María MR

En la Franja de Gaza, el regreso a lo que alguna vez fue el hogar de muchos se ha convertido en una dolorosa realidad. Sufian Al-Majdalawi, un residente de la zona, se encuentra actualmente refugiado bajo una lona, lo que una vez fueron las paredes de su casa familiar, devastada por el conflicto. Tras meses de desplazamiento, ahora busca entre los escombros, con la esperanza de encontrar pertenencias y documentos cruciales que respalden su derecho sobre la tierra que alguna vez habitó junto a su familia. A pesar de la devastación que lo rodea, Al-Majdalawi sueña con la posibilidad de reconstrucción, convencido de que incluso los escombros pueden tener valor.

La magnitud de la destrucción en Gaza es abrumadora. Un informe de la ONU revela que aproximadamente 51 millones de toneladas de escombros cubren la región, con más del 60% de las viviendas y el 65% de las carreteras destruidas. En este contexto, la comunidad internacional debate sobre el futuro de la región y las estrategias para llevar a cabo la necesaria reconstrucción. Al-Majdalawi es tajante en su postura: “No nos iremos. Esta es nuestra tierra”.

El proceso de desescombro se ha convertido en una tarea crítica y compleja. Yasser Ahmed, otro afectado, se desplaza con sumo cuidado entre los restos, consciente de que en su búsqueda podría topar no solo con documentos importantes, sino también con explosivos ocultos. La tarea se complica por el colapso de estructuras adyacentes, que han caído unas sobre otras. Especialistas de la ONU colaboran con autoridades palestinas y organizaciones no gubernamentales para gestionar este monumental desafío.

Próximamente, el Secretario General de la ONU, António Guterres, visitará El Cairo para participar en una cumbre que abordará la reconstrucción de Gaza. La ONU ha tomado en cuenta las lecciones aprendidas en otros conflictos, como los de Mosul y Alepo, para desarrollar estrategias de gestión de escombros en el territorio gazatí. Sin embargo, el reto es enorme y se estima que se requieren al menos 40 millones de dólares adicionales para ampliar las operaciones de desescombro de manera significativa.

A pesar de los esfuerzos realizados, el camino hacia la recuperación es largo y difícil. Hasta la fecha, se han eliminado cerca de 28,500 toneladas de escombros, de las cuales una parte ha sido reutilizada para mejorar el acceso a servicios vitales. Sin embargo, la situación socioeconómica en Gaza presenta un obstáculo adicional: muchos ciudadanos han perdido documentos clave que complican su proceso de recuperación.

La historia de Gaza es un relato de pérdida y sufrimiento innegables. “El duro trabajo de 59 años -el número de años de mi vida- se ha perdido”, reflexiona Yasser Ahmed. Por su parte, Ramadan Katkat, otro residente, expresa su deseo más sencillo: “Sólo quiero vivir”. Mientras tanto, Sufian Al-Majdalawi se aferra a la esperanza de que, a pesar de la devastación, “somos capaces de reconstruir la tierra”.