El trabajo en solitario persiste como una preocupación en términos de seguridad y bienestar laboral. Presente en sectores como la seguridad privada, la vigilancia de instalaciones remotas o el mantenimiento de infraestructura en áreas apartadas, este tipo de labor representa riesgos significativos que requieren atención. Quiron Prevención, líder en salud ocupacional, enfatiza la necesidad de implementar protocolos de seguridad y comunicación para mitigar estos peligros.
El Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo define el trabajo en solitario como aquel desarrollado sin compañía, en lugares donde la comunicación no es fácilmente accesible sin dispositivos especiales. A pesar de la falta de regulación específica en España para esta modalidad, se aplican la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y las directrices de la Nota Técnica de Prevención 344. Esta normativa tiene como objetivo reducir los peligros que conlleva trabajar sin acompañamiento.
Las empresas en sectores donde el trabajo aislado es común deben garantizar la seguridad de sus empleados mediante diversas medidas, como la presencia de recursos preventivos en actividades de alto riesgo. Además, es vital establecer procedimientos de comunicación efectivos y disponer de alertas inmediatas, especialmente en trabajos que implican maquinaria peligrosa, sustancias químicas o espacios confinados.
Quiron Prevención destaca la necesidad de disponer de protocolos claros de comunicación para que los trabajadores puedan solicitar ayuda en caso de emergencia. La utilización de dispositivos como teléfonos y radioteléfonos es esencial para mantener abiertas las vías de comunicación. Además, se sugiere el empleo de sensores de verticalidad y movimiento que alerten sobre la inmovilidad o pérdida de consciencia del trabajador.
En la seguridad privada, donde el aislamiento se suma a amenazas como robos o agresiones, es crucial contar con un sistema de apoyo sólido. Las visitas de supervisores y las llamadas de control periódicas son estrategias efectivas para reducir los riesgos físicos y el impacto psicológico del aislamiento.
La tecnología juega un papel esencial en la mejora de la seguridad laboral en estos entornos. Aplicaciones y redes avanzadas de comunicación permiten apoyo remoto en tiempo real, mitigando la sensación de soledad y mejorando la eficiencia de los trabajadores. La integración de estas herramientas, junto con una formación continua en seguridad y gestión del estrés, es fundamental para proteger a los empleados de los desafíos del trabajo en solitario.
