La ciudad de Portland, Oregón, se encuentra en una encrucijada en cuanto al acceso a internet para sus ciudadanos. A pesar de contar con una avanzada red de fibra óptica de banda ancha llamada IRNE (Integrated Regional Network Enterprise), que ha estado en funcionamiento durante 24 años, muchos residentes todavía enfrentan serias dificultades para acceder a servicios de internet que sean tanto asequibles como rápidos. Este problema ha generado una creciente preocupación entre diversos grupos locales y organizaciones comprometidas con la protección y expansión de los derechos digitales.
Ante esta situación, la Electronic Frontier Foundation (EFF), junto a grupos como Personal TelCo Project y Community Broadband PDX, están presionando a los candidatos a la alcaldía y a los miembros del consejo municipal para que apoyen un modelo de acceso abierto a la infraestructura de la ciudad. Esta iniciativa plantea la posibilidad para el municipio de arrendar la llamada «fibra oscura» de la red IRNE. Con esta medida, se espera que cooperativas comunitarias, empresas locales y organizaciones sin fines de lucro puedan ofrecer sus propios servicios de internet, lo que incrementaría la competencia en el mercado, beneficiando a más residentes con opciones más económicas y de mejor calidad.
El objetivo de la campaña es aprovechar la estructura ya existente de la red IRNE y proponer políticas que faciliten el acceso de la fibra pública a todas las comunidades locales. «Es más viable ampliar un programa actual como IRNE que empezar desde cero», afirma Jennifer Redman, presidenta de Community Broadband PDX. Redman subraya que desplegar la red de IRNE podría allanar el camino para políticas que incluyan infraestructuras de fibra en todos los futuros desarrollos de la ciudad.
Además, Russell Senior, presidente del Personal TelCo Project, critica el modelo existente de proveedores de internet privados. Señala que estos mantienen precios elevados que afectan negativamente a los usuarios, y sugiere que el dinero destinado a estas empresas podría tener un impacto más positivo si se quedara en la comunidad local. «Un acceso no restringido significaría que esos fondos se movieran dentro de nuestra comunidad», afirma Senior.
Aunque otras zonas de Oregón ya disfrutan de redes de fibra óptica asequibles y de propiedad pública, Portland aún enfrenta retos considerables. La falta de competencia ha derivado en servicios costosos y de poca calidad comparado con áreas circundantes, lo cual impulsa a los grupos locales a apremiar a las autoridades a tomar acción para garantizar un acceso equitativo y eficiente a internet en la ciudad.
Por estas razones, los organizadores de la campaña están llamando a la comunidad para que se una a sus esfuerzos. Invitan a los ciudadanos a participar en eventos que no solo informan sobre la importancia de la conectividad, sino que también fomentan la alfabetización digital y la seguridad en línea. Asimismo, exigen que los funcionarios municipales firmen un compromiso que garantice el avance hacia un sistema de internet más justo y al alcance de todos.