La reciente decisión del Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito en Estados Unidos marca un avance significativo en el ámbito de la privacidad de datos y la protección del consumidor. En el caso Briskin v. Shopify, se discutió la posibilidad de que los consumidores demandaran a empresas, tanto nacionales como multinacionales, en sus tribunales locales en caso de violaciones a las leyes de privacidad de datos estatales.
El asunto surgió a raíz de las acusaciones de un residente de California contra Shopify, una plataforma que brinda soporte a negocios de comercio electrónico. El demandante alegó que Shopify había instalado software de seguimiento en dispositivos sin el consentimiento de los usuarios, lo que resultó en la recopilación de datos personales y el rastreo de actividades en línea. Esta práctica permitió la creación de perfiles detallados de usuarios que las empresas utilizaban para bloquear compras futuras.
En un primer momento, el tribunal desestimó la demanda, argumentando que Shopify no tenía una conexión suficiente con California. Sin embargo, tras una solicitud de revisión por parte del demandante, respaldada por el grupo sin fines de lucro Public Citizen, el tribunal reconsideró su decisión. Se argumentó que la recolección de información de usuarios en otros estados no debería impedir que los demandantes californianos presentaran su caso en su estado.
El tribunal enfatizó que la conducta de Shopify estaba «expresamente dirigida» a California, desestimando la idea de que el impacto en los consumidores locales era una mera coincidencia. Se estableció que, pese a ser una interacción electrónica, la interceptación clandestina de información personal por parte de Shopify constituía un contacto significativo con el estado.
Además, el tribunal rechazó la noción de que los demandantes debían demostrar que una empresa «objetivó» a California, señalando que tal requisito permitiría a las corporaciones dirigir sus actividades hacia todos los estados y evadir la jurisdicción personal en cada uno de ellos. En su lugar, se dictaminó que la conducta misma de Shopify lo conectaba de manera relevante con el estado.
Esta decisión establece un precedente crucial, especialmente en un momento donde los estados buscan llenar los vacíos dejados por la falta de legislación federal sobre privacidad de datos. La resolución asegura que las leyes estatales tendrán un impacto real en la protección del consumidor frente a la creciente vigilancia corporativa, representando una victoria esencial en la defensa de la privacidad.