La crisis de derechos humanos en la República Democrática del Congo (RDC) se vuelve cada día más alarmante debido a la escalada de las hostilidades entre el ejército nacional y el grupo rebelde M23, que cuenta con el apoyo de Ruanda. La situación se ha intensificado tras la caída de Goma en manos del M23, lo que ha propiciado un aumento de la violencia en la región de Kivu del Sur.
Recientemente, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos alertó sobre una serie de violaciones que están afectando gravemente a la población civil. Durante una conferencia de prensa en Ginebra, se registraron al menos doce ejecuciones sumarias perpetradas por el M23 entre el 26 y el 28 de enero. Además, los bombardeos han alcanzado campamentos de desplazados, lo que ha resultado en numerosas víctimas.
Las organizaciones humanitarias están reportando una situación crítica en los hospitales de Goma y Bukavu, donde más de 2,000 personas han resultado heridas en medio de este conflicto. La ofensiva del M23 hacia el sur amenaza importantes ciudades mineras, como Nyabibwe, situada a unos 100 kilómetros de Bukavu.
La Oficina de Derechos Humanos ha recibido numerosas solicitudes de protección para la población civil, especialmente en áreas bajo control del M23, como Minova, donde se han denunciado ocupaciones de escuelas y hospitales, reclutamientos forzados y trabajos forzados. A su vez, se han verificado casos de violencia sexual, con informes que indican que tropas congoleñas estuvieron involucradas en la violación de al menos 52 mujeres en Kivu del Sur.
El Alto Comisionado Volker Türk expresó su preocupación por el aumento del riesgo de violencia sexual que acompaña a esta escalada de violencia. Además, subrayó que la circulación de armas en Goma agrava aún más la situación, incrementando el riesgo de abusos de gran magnitud.
Por si fuera poco, el acceso humanitario se ha visto severamente limitado, lo que ha exacerbado las necesidades de la población, especialmente de mujeres y niñas. Con las vías de acceso cerradas y Goma aislada, cerca de 178,000 personas desplazadas han buscado refugio en diversas localidades de Kivu del Sur, mientras que la Organización Internacional para las Migraciones estima que alrededor de 700,000 personas han sido desplazadas recientemente en estas provincias.
A pesar de este masivo desplazamiento interno, el número de refugiados congoleños que han cruzado las fronteras hacia países vecinos ha sido relativamente bajo, con solo 600 llegadas reportadas en Ruanda y un promedio de 150 personas diarias que se trasladan a Uganda. Antes de esta escalada de violencias, la RDC ya enfrentaba una crisis humanitaria terrible, con 6,7 millones de personas desplazadas internamente y más de 520,000 refugiados buscando seguridad en el extranjero.