Euca: La Revolución de la Inteligencia Artificial en la Prevención de Riesgos Laborales

Juan Hernández

La incorporación de la inteligencia artificial (IA) en la prevención de riesgos laborales (PRL) está marcando un cambio significativo en la gestión de la seguridad en el trabajo. Este avance tecnológico está revolucionando el sector al permitir una gestión más eficiente de los datos, facilitando la predicción de accidentes y adaptando las medidas de seguridad a las necesidades específicas de cada empresa.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha subrayado que la IA no solo complementa el trabajo de los técnicos de PRL, sino que también potencia su capacidad de actuación. Gracias a herramientas basadas en IA, los profesionales pueden identificar patrones antes invisibles y tomar decisiones más rápidas basadas en datos concretos.

En el ámbito de PRL ya se están implementando diversas aplicaciones innovadoras. Por ejemplo, sistemas de visión artificial que permiten detectar infracciones en tiempo real, como la colocación incorrecta de Equipos de Protección Individual (EPIS) o la identificación de zonas peligrosas. Además, se están utilizando análisis predictivos que cruzan datos históricos de accidentes con datos de producción para anticipar puntos críticos y prevenir incidentes.

La digitalización ha propiciado la creación de herramientas en tiempo real, cursos online sobre riesgos específicos y plataformas de IA que ofrecen sugerencias para mejorar procesos de trabajo y producción. Estos avances no solo facilitan una intervención más ágil, sino que también fomentan una cultura de prevención más sólida y proactiva.

No obstante, esta transformación tecnológica presenta nuevos desafíos para los profesionales del sector. Para adaptarse a estas innovaciones, se requerirán competencias adicionales, como la interpretación de datos y el uso de herramientas digitales, así como una visión estratégica que permita maximizar el potencial de estas nuevas tecnologías.

Expertos en la materia enfatizan que la clave no radica solamente en integrar tecnología, sino en fomentar una cultura preventiva que esté más conectada con los datos y menos anclada a la intuición o a una postura reactiva.

De cara al futuro, es evidente que la inteligencia artificial no sustituirá el criterio humano; sin embargo, se está consolidando como una herramienta esencial para mejorar la calidad de los entornos laborales. La automatización de tareas rutinarias y la detección anticipada de situaciones de peligro posicionan a la IA como un aliado indispensable en la creación de espacios de trabajo más seguros.