Desde su aparición, las placas de vitrocerámica se han convertido en la opción más utilizada a la hora de diseñar una cocina, dejando de lado otros sistemas más tradicionales como el gas. Se trata de un sistema que se basa en la generación de calor por medio de unas resistencias situadas debajo de una placa de cerámica vitrificada que ofrece una gran resistencia al calor y que se encarga de transmitir ese calor a la olla o sartén que se esté utilizando. Pero además de esto, las vitrocerámicas destacan por aportar un toque de elegancia a la cocina, creando una decoración más armoniosa.
Este tipo de elementos, lleva entre nosotros varias décadas, pero desde su aparición en los años noventa, mucho han cambiado. Ahora bien, ¿conocemos las ventajas que ofrecen las vitrocerámicas modernas? Si no es así, os animamos a que sigáis leyendo porque veremos algunas de las más importantes.
Mejor rendimiento
Como suele ser habitual con las cosas, según van evolucionando, los fabricantes trabajan para ofrecer un mejor rendimiento. Esto mismo pasa con las vitrocerámicas. A lo largo de todos estos años, han ido apareciendo nuevos modelos que incorporan lo último en tecnología para conseguir un mejor rendimiento.
Mayor potencia de cocinado
Otro de los beneficios que ofrecen las placas de vitrocerámica modernas, es que suelen contar con mayor potencia de cocinado, lo que se traduce en que se requiere menor tiempo a la hora de preparar cualquier receta.
Menor consumo eléctrico
En un mundo donde todo está enfocado a optimizar el consumo eléctrico, las vitrocerámicas no iban a ser menos. Los nuevos modelos, están fabricados para ofrecer una mejor eficiencia energética, pero sin que ello afecte a su rendimiento. Esta optimización en el consumo eléctrico, se ve reflejado en la factura de la luz.
Controles más eficientes
Una de las principales premisas que busca cualquier usuario a la hora de adquirir un electrodoméstico, es que este sea sencillo de manejar. Las placas de vitrocerámicas que nos podemos encontrar hoy en día en el mercado, suelen contar con controles táctiles eficaces con los que poder ajustar el nivel del calor en la zona de cocción con mucha precisión. De esta forma nos aseguramos de que el calor sea el adecuado para la preparación de la comida.
Zona de doble cocción
Además de las zonas tradicionales de cocción, en las placas actuales es habitual que cuenten con zonas de doble cocción. Esto es una importante ventaja ya que permite el uso de diferentes tamaños de ollas o sartenes donde preparar nuestras recetas.
Indicadores de calor residual
Desde su aparición, una de las ventajas de las placas vitrocerámicas es la posibilidad de apagarlas y utilizar el calor residual para terminar de hacer la comida. El problema es que hay que tener cuidado de no tocar esas zonas que aún están calientes. Para evitar accidentes, las vitrocerámicas más modernas cuentan con indicadores de calor residual situados en lugares visibles y que nos alertan de que esa zona aún está en proceso de enfriamiento.
Bloqueo para los más pequeños
Por último, hay que destacar la implantación de sistemas de seguridad pensados para los más pequeños. De esta forma, se evita que los niños puedan encenderla por accidente.
En el caso de que tengáis dudas de si instalar una placa de vitrocerámica en vuestra cocina, estas ventajas que hemos comentado a lo largo de nuestra publicación, os ayuden a dar el paso definitivo para apostar por ellas. Seguro que no os arrepentiréis.