En lo que a vivienda se refiere, el concepto de casa grande siempre ha sido sinónimo de mejor calidad de vida. Hoy en día, los tiempos están cambiando y en París o Londres es cada vez mayor el número de pequeñas residencias que surgen por el constante incremento del precio de la vivienda.
Fuera de la ciudad, muchas personas también escogen vivir en hogares más reducidos por la popularidad que estos han ido ganando en los últimos años. En las grandes metrópolis, vivir en una micro-casa no responde a un motivo de necesidad, sino que se debe al deseo de vivir de una forma más simple, minimalista y ecológica.
¿Y cómo es posible adaptar el ritmo de vida actual a un espacio reducido y aun así crear un ambiente abierto y con personalidad propia?