Cuando queremos decorar nuestro hogar, lo primero que hay que pensar es en encontrar colores que nos aporten paz. Hay personas que apuestan directamente por los colores cálidos, pero la realidad es que los colores fríos también pueden ser un gran aliado para crear una estupenda armonía en la decoración de tu hogar.
Cuando se trata de escoger colores fríos o cálidos, depende sobre todo el escoger uno u otro, la intención que quieras tener en ese espacio de tu hogar. Si quieres colores fríos como el azul, debes saber que tendrá un efecto calmante y te irá mucho mejor en un lugar donde necesites estar relajado/a y con concentración.
Por otra parte, debes saber que los colores cálidos como los rojos, naranjas y amarillos, pueden conseguir que una estancia se sienta acogedora y estimulante al mismo tiempo. En realidad, un color frío y un color cálido consiguen diferentes sensaciones… y es importante tenerlo en cuenta para escoger el mejor para tu hogar.

Los colores fríos
Los colores fríos serían: azul, morado y tonos verde. Se conocen como colores fríos porque evocan al agua fría. En cambio, los colores cálidos estimulan el calor, el fuego… La regla general de decoración es que los opuestos en la rueda de colores deben realzarse entre sí.
En el círculo cromático, los colores que se potencian entre sí se denominan colores complementarios. Por ejemplo, el rojo (cálido) y el verde (frío) son colores complementarios en la rueda de colores, ya que son opuestos entre sí.
Los colores fríos te hacen sentir tranquilo en un espacio. Al igual que el agua, el cielo y la vegetación en la naturaleza, los colores fríos son relajantes para la vista.
Combinar colores fríos y cálidos
Puedes mezclar colores cálidos y fríos en una habitación que tenga una base neutra, como suelos, paredes o muebles grandes de color blanco, gris pardo más claro o beige. Los neutros también tienen matices cálidos o fríos, así que solo asegúrate de que las paredes neutras sean todas del mismo color para que tengan los mismos matices, y luego puedes jugar con colores cálidos y fríos para lograr un interés visual.
Al mezclar colores cálidos y fríos en un espacio, puede sentirse emocionalmente estable y cómodo por el equilibrio de las variaciones de color al entrar en la habitación. Para combinar colores cálidos y fríos en una habitación neutral, tienes que conocer los colores complementarios en el círculo cromático. Aquí hay algunos ejemplos de cómo mezclar colores cálidos y fríos en las estancias:
- Azul/naranja: el azul y el naranja son colores complementarios en el círculo cromático. Combina una alfombra suave de color azul verdoso (frío) con detalles en naranja (cálido). Añade cojines con patrones que incluyan colores azul verdoso y naranja oscuro. Los cojines se combinarán con la alfombra y los detalles en naranja resaltarán contra un sofá neutral o paredes para añadir un poco de dramatismo de color.

- Morado/amarillo: el morado y el amarillo son colores complementarios. Usa el morado (frío) y amarillo pálido (cálido) para una combinación tenue pero elegante en un dormitorio o baño.
- Púrpura/amarillo: para un dormitorio más luminoso, pinta las paredes de un blanco cremoso y viste la cama con colores neutros cremosos para crear un lienzo tranquilo. Añade cojines en amarillo limón (cálido) y rosa (frío), usando patrones o rayas de ambos colores. Mezcla algunos tonos de rosa sólidos para un acento fuerte. O crea una declaración audaz con una funda nórdica y fundas de almohada color rosa, acentuado con crema y un poco de amarillo limón en los cojines para mayor calidez.
- Ambiente monocromático: puedes optar por un ambiente monocromático usando varios tonos del mismo color junto con uno neutral. Puedes usar una cantidad generosa de varios tonos de azul, como acentos en un dormitorio que te aportará una sensación fresca y tranquila por excelencia.
Esto son solo algunas ideas, y puedes adaptarlas a tus gustos e intereses.